LA PAZ
Y LA TRANQUILIDAD DE LA VEJEZ
Hola a
tod@s, en esta primera entrada me gustaría mostraros, el que para mí es uno de
los más bellos rincones de este Parque Natural, el Pinar de Cánava.
Ejemplares de Pino Carrasco Fuente: Javier Romero Rodríguez |
El Pinar
de Cánava se encuentra dentro del término municipal de Jimena (Jaén) y muy próximo
a esta localidad. Para acceder a este enclave existe un sendero amplio, con un
buen firme y bien señalizado, aunque de dificultad media-alta, ya que a pesar
de ser un sendero de una longitud no muy extensa (1700 metros), se ha de
superar un fuerte desnivel ascendente de 265 metros.
Plano del sendero del Pinar de Cánava Fuente: http://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/servtc5/ventana/mostrarFicha.do?idEquipamiento=22734 |
El pinar
de Cánava, es un bosque de una extensión de 6 hectáreas, formado por unos 120
ejemplares de pino carrasco (pinus halepensis) con una longevidad que va de los
100 hasta los 250 años. Este es un lugar con un gran valor como recurso
educativo, ya que ofrece una oportunidad única para estudiar las distintas
etapas de maduración de un bosque. Aquí se puede ver el aspecto de un pinar que
ya se encuentra en una etapa próxima a la vejez, frente a las típicas formas de
pinares jóvenes.
Pino carrasco de gran envergadura con ramas y troncos retorcidos Fuente: Javier Romero Rodríguez. |
Fue
declarado Monumento Natural el 23 de noviembre de 2001 y apenas ha sufrido
alteraciones, conservándose en un estado muy parecido al natural, por lo que
conserva intacta su espectacular belleza, recayendo en ese aspecto, su
singularidad ya que no existen bosques de esa longevidad y estado de
conservación en toda Andalucía.
A medida que nos acercamos
a este lugar impresiona ver la imponente envergadura de estos ejemplares de
pino, sus copas aparasoladas y sus troncos retorcidos y deformados.
Llegando al Pinar de Cánava Fuente: Javier Romero Rodríguez |
Al
llegar a este Monumento Natural, tras ascender por el empinado sendero, es
momento de recuperar el aliento y bajar las pulsaciones de nuestro corazón. La
suave brisa que recorre la zona permite refrescarnos y zarandear suavemente las
portentosas ramas de este pinar, emitiendo un relajante e hipnótico crujido. Además,
los gruesos fustes de estos pinos permiten reposar cómodamente sobre ellos, cerrar los ojos y desconectar de la tensión del día a día y
fundirte con la naturaleza.
Descansando cómodamente sobre un pino Fuente: Javier Romero Rodríguez |
Muy
próximo a este Monumento Natural, podemos visitar otro lugar muy especial de la
zona. Continuando el sendero por el que hemos accedido al Pinar de Canava, a
escasos metros se encuentran unas construcciones de piedra denominadas “Los Caracoles”.
Los Caracoles, construcciones de piedra natural que se funden perfectamente con el entorno Fuente: Javier Romero Rodríguez |
Los
Caracoles, son unas construcciones de piedra realizadas a partir de rocas
presentes en el lugar por los canteros que antaño trabajaron en la zona, unidas
entre sí sin ningún tipo de cemento haciendo uso de una técnica de construcción
primitiva. Los canteros levantaban esos chozos piedra a piedra, sin apenas
herramientas, medio de transporte y con su sola mano.
Las piedras de molino
presentes en la entrada, indican que este lugar era donde trabajaban los
canteros de la zona.
Entrada a una choza de Los Caracoles Fuente: Javier Romero Rodríguez |
Visitar
este lugar, hace reflexionar, pensar y sentir por uno mismo las duras
condiciones que debían soportar los canteros de la zona que pasaban largos
periodos de tiempo en ese lugar fuera de su hogar, además de las difíciles
condiciones climáticas del lugar, ya que éste se encuentra en torno a los 900
metros sobre el nivel del mar.