Unidades locales de gestión forestal.
Son muchos los artículos de opinión que durante estos días se están escribiendo con respecto a los incendios forestales y la gran catástrofe que hemos estado sufriendo en el medio rural y forestal durante este verano, la última semana con los grandes incendios de Vall d’Ebo en Alicante y Bejís en las provincias de Castellón y Valencia. Pero hilemos más fino, ¿dónde ha ocurrido esta catástrofe? En el medio rural, en lo que conocemos como la España vaciada, en poblaciones de 250 o menos habitantes han visto teñirse de negro todo su paisaje. ¿Y ahora qué? La situación es aún más difícil, un obstáculo más que superar.
No podemos simplemente tranquilizar nuestras conciencias pensando que las condiciones climáticas son muy adversas y que los medios de extinción han realizado todo lo posible (y, conociendo al personal, puedo asegurar que han hecho más de lo posible). Cuando yo tenía pocos años ya oía a mi abuelo decir que los incendios se apagan en invierno con la prevención y con el trabajo de cada uno de los habitantes del medio rural.
En la actualidad son otras palabras las que nos deben hacer reflexionar: emergencia climática, transición ecológica, seguridad alimentaria, reto demográfico, objetivos de desarrollo sostenible, agenda 2030, conexión con la naturaleza, etc. Pero ¿son conceptos creados en la ciudad sin conocer la realidad del medio rural? Vamos a reflexionar al respecto:
- ¿Emergencia climática?, ¿responsabilidad social?. Resulta que tenemos que plantar árboles para reducir el CO2. ¿No será mejor cuidar los que tenemos? ¿En qué situación están las masas forestales, especialmente dominadas por el pino halepensis, que, además, ha colonizado antiguas zonas de cultivo? ¿Deberíamos aprovechar estas masas forestales como base para crear diversidad y discontinuidad? ¿Deberíamos poner en valor a las personas del medio rural que ya hacen este trabajo día a día?
- ¿Reto demográfico? Después de muchos años e intentos por revertir la tendencia de la despoblación nos hemos propuesto un reto, ahora que se oye más a la España vaciada y no vacía como algunos la han querido nombrar. ¿Es el momento de reflexionar y ponerlo todo en un mismo escenario? ¿Podría evitarse algún gran incendio si esa España no estuviera tan vacía? Tenemos claro que los incendios no los vamos a poder evitar, pero con una buena gestión podríamos evitar sus dimensiones.
En este sentido tenemos que reflexionar sobre el acceso a la vivienda digna en el medio rural, otra dificultad que tienen las familias que se atreven a hacer el camino inverso de lo urbano a lo rural.
- ¿Salud alimentaria? Si desde la ciudad se conociera lo que se hace en el medio rural próximo seguramente tendríamos mayor extensión de tierra cultivada (agricultura), ya que solo se conserva aquello que se conoce, aquello que se ama. Pero seguimos con las reflexiones: ¿qué necesita un o una joven para instalarse como agricultores o ganaderos? Valentía, dinero... y pasar infinitos trámites administrativos en una sociedad en la que todo va muy rápido menos la burocracia. Quiero imaginar a nuestros jóvenes recuperando los corrales, las veredas y sus cabras u ovejas limpiando día a día los montes. ¿Por qué al otro lado de los pirineos es posible?
- ¿ODS? ¿Agenda 2030? Esperamos cumplir, tenemos 8 años y muchos deberes por hacer... aunque siempre podemos establecer una nueva meta si no alcanzamos ésta. ¿2050?, por qué no, aún recuerdo los objetivos de la Cumbre de Río hace 30 años.
- ¿La naturaleza terapéutica? ¿La necesidad de reconectar con la naturaleza? No nos podemos conformar con los parque urbanos, no podemos perder ni un ecosistema, ni una especie de flora o de fauna. Nuestros niños y niñas viven lejos de esa realidad, seguramente conocen más a los personajes de los videojuegos que las especies de flora y fauna o los espacios naturales de gran calidad que seguimos teniendo.
Bueno, dejo un montón de preguntas sin responder para la reflexión pero quiero centrarme en una posible solución: “Unidades Locales de Gestión de Ecosistemas”. Me ha dado por imaginar que, si fraccionamos el territorio, si cada municipio hiciera su propuesta de gestión del término municipal compaginando la gestión pública con la privada, recuperando zonas de cultivo, aprovechando la biomasa, limpiando y enriqueciendo las masas forestales, etc., quizás, sólo quizás...
¿Podría, con un poco de ayuda, la cooperativa del municipio recuperar parcelas abandonadas de cultivo? ¿Se podría incorporar nuevas propuestas de producto de calidad como los olivares de miel? ¿Se podrían incorporar pastores y pastoras a los territorios con ayudas y sin tantas trabas? Un sinfín de propuestas que le darían VIDA en todos los sentidos a la España vaciada y seguramente le daríamos la vuelta a algunos procesos y cumpliríamos algunos retos.
Fede Llorca
EFA "La Malvesia"
Interpreta Natura