Hoy en día dadas las penurias económicas
de muchos españoles se mira al mundo rural como la solución a nuestros
problemas, otras personas le suman a esta carencia económica recientes cambios
en su vida personal y los más, tienen sueños románticos sobre el bienestar
rural y la mejor calidad de vida, sin estrés, sin prisas, sin tráfico, etc.
Una vez que consideramos escapar de la
ciudad comenzamos a plantearnos a donde iremos, de que viviremos, como lo
haremos y cuando no encontramos respuesta a estas preguntas decidimos contactar
a través de las redes sociales con ideas o iniciativas que nos parecen
similares a las nuestras.
Leemos, vemos y/o escuchamos a otras
personas en artículos de revistas y en las redes sociales, aprendemos de sus
vivencias y tomamos nota de sus carencias.
Lo que más se resalta es el arduo trabajo
inicial, horas de mucho esfuerzo y en ocasiones tener que deshacer lo hecho por
que la falta de experiencia te está obligando a aprender. Eso lo tenemos todos
muy claro (en teoría), luego tendremos que ver que algunos no lo pueden superar
y abandonan. Además sino tenemos bien calculados los pasos a seguir podemos
pasar penurias, me refiero a frío y hambre.
Mentalmente ya estamos preparados para
empezar esta nueva aventura pero a que lugar vamos a dirigirnos, donde empezar…
Hay muchos lugares despoblados en el
suelo peninsular pero debemos de conocerlos y ver sus posibilidades. Muchos de
ellos se abandonaron debido a que se fomento el éxodo a las ciudades, pero
otros muchos se abandonaron por la pobreza de sus tierras o por la falta de
agua en periodos más o menos largos. Estos últimos sería toda una torpeza pretender
repoblarlos ya que quemaríamos nuestras fuerzas en balde y quizás abandonemos la
idea de repoblar.
Coincido con un comentario que leí hace
poco en la red; somos urbanos y si nos alejamos en exceso de la ciudad se nos
hará cuesta arriba, pensando que estamos muy incomunicados. Aunque halla
personas que les seduzca esta idea, muchas otras echarán de menos ir un día a
un concierto o una exposición o al cine o de tertulia con amigos o familiares y
los padres han de ser conscientes de que sus hijos no deberían de vivir a
espaldas de esa otra realidad, la deben de conocer y saber desenvolverse en
ella.
Con estos datos buscaremos una zona que
además de proporcionarnos cobijo, sea fértil, sin escasez de agua y que no este
a excesivos kilómetros de distancia de una zona urbana.
Con estos datos podemos localizar varias
opciones, a unas personas les llama más la atención el Levante, el norte
siempre verde, algunas zonas de interior, etc, posibilidades hay muchas pero
aquí empieza el primer y gran obstáculo. Con pocos recursos económicos
pretendemos que el ayuntamiento al que pertenece alguna pedanía o zona que nos
interesa, nos lo ceda o nos haga un contrato de alquiler simbólico durante
muchos años o algo similar y nos dirigimos a negociar con el regidor de turno.
Vamos con la idea en la cabeza de que como vamos a repoblar un lugar esto
llenará de alegría a las pocas personas que por allí se encuentran, y nada más
lejos de la realidad. En principio nos miraran con un poco de recelo, no
creyéndose nada de lo que decimos, aunque luego, si ven que trabajas se irán
abriendo y acercando. Pero otros vecinos pueden estar aprovechando esos
edificios o terrenos (sin consentimiento de nadie) y no nos quieren por el
lugar. El regidor en principio querrá escuchar el proyecto inicial con el que
contamos y si le decimos que pretendemos vivir de una manera ecológica del
campo y lo que la tierra buenamente nos de, automáticamente nos dirá que no es
posible. Y nosotros pensamos ¿Por qué no? Si está vacío, derrumbado y
contribuimos a aumentar la población.
El regidor ve las cosas de otra manera.
De entrada intenta clasificarnos: hippies, ecologistas…Una vez clasificados
piensa que si se instalan en algún punto más o menos apartado con el tiempo le
pedirán mejoras de accesos y otros servicios… y el ayuntamiento no tiene
dinero. En poblaciones de hasta 400 habitantes un grupo que inicialmente es
entre 10 o 20 personas, pero que puede aumentar, podría llegar a sacar un
representante en el ayuntamiento para mejorar su zona o en el peor de los casos
se puede unir con la oposición e inclinar la balanza a su favor, por lo que
tiene claro que “no somos interesantes para el pueblo”. Se puede dar el caso
que le podemos decir que no nos interesa la política y que viviremos de espalda
a su sistema, con lo que él no sacará votos; seguimos sin ser interesantes para
el pueblo.
Debemos de tener claro que el proyecto a
presentar debe de llamar la atención al regidor, estar bien planificado y
expuesto y además debe de ser interesante para nosotros mismos; o sea que debe
de ser respetuoso con el medio ambiente, que nos proporcione un modo de vida
sostenible y que nos enriquezca como personas y socialmente.
Las aldeas o lugares a veces suelen tener
zonas comunales de pastos y/o arboledas, las cuales se pueden aprovechar de una
manera sostenible y ecológica siendo una fuente de ingresos a sumar (setas,
biomasa, etc.), la cría de animales ecológicos para su posterior venta, así
como producir verduras, frutas y hortalizas ecológicas también suman. Si estos
productos son transformados por
nosotros mismos y los ofrecemos en una pequeña taberna de comidas
ecológicas y típicas del lugar (fines de semana), también suma, si además
aprendemos oficios artesanales en clara decadencia (cesterías, ropa de lino,
trabajos con esparto, etc.) y los unimos a otros (jabones, esencias, etc) e
impartimos cursos tanto a adultos como a los colegios de la cercana ciudad,
también suma.
En definitiva podemos vivir en armonía
con la naturaleza, en una comunidad de vecinos y amigos, de una manera
sostenible sin que tengamos que irnos varios siglos atrás. Este proyecto no es
para hacerse ricos, sino para poder vivir con una buena calidad de vida,
privándonos de cosas superfluas de la ciudad pero aprovechando algunas de las
buenas cosas que nos da el siglo XXI.
FRANCISCO GONZÁLEZ DÍAZ
Gracias Paco por tus reflexiones, este espacio siempre esta abierto a que nos aportéis.
ResponderEliminar"El hombre viene del campo, por lo que el campo le tira. El hombre volverá al campo"