En cuanto a la leyenda nos recordaba un vecino que alrededor de 1566 un labrador de la zona estaba arando unos campos cercanos con su yunta de mulos, cuando la reja tropezó con algo enterrado que inmovilizo a los animales. La imagen de la Virgen que llevo con él y milagrosamente está volvió al lugar del encuentro, donde un año después se construyo la primitiva ermita, en honor a la Virgen de la Ortisella.
En cuanto al olmo que debido a la enfermedad que ha atacado a esta especie en los últimos años, la grafiosis, tan solo nos queda el tronco, se cuenta que en su interior podrían jugar a las cartas hasta 7 personas, más otra que repartía vino a los jugadores.
Pienso que el mensaje nos llego perfectamente, ya que es significativo, al relacionar, vincular la información y al realizar un ejercicio perfecto de comparaciones, buen trabajo de interpretación del patrimonio.
Recomiendo visitar este pueblo del interior de Castellón y descubrir todos los tesoros que guarda.
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