Después de un café en un Bar de la Sierra Oeste de Madrid y antes de una pequeña salida al campo con el único objetivo de ver un gran castaño (catalogado por la Comunidad de Madrid como árbol singular), a los pocos metros de adentrarnos en el sendero Juan Luis nos muestra unas marcas y nos hace referencia a Alma, nombre de la lincesa que según él vive y campea cerca de su propia casa, con orgullo nos dice que le puso ese nombre por que era efectivamente un "anima", ya que no se dejaba ver y quería que fuera un tributo a todas las personas que le dan vida y le han dado al medio rural.
Gracias Juan Luis por compartir esta tarde de viernes con nosotros, por transmitirnos tu amor más sincero a la naturaleza y al trabajo de desarrollas, ojalá que pronto veas recompensado y reconocido todo tu trabajo de rastreador durante estos años.
Pues espero que los rastros de alma sean mejores que la foto que habéis puesto en el blog... es una huella de zorro perfecta. De las que aparecen en todas las guías, con 4 dedos y una almohadilla plantar pequeña. Con dedos simétricos y dispuestos dos a dos de manera perfecta. Los linces presentan los dedos en un arco asimétrico levemente curvado y que se adelanta a una almohadilla más grande, con tres lóbulos en la parte distal y una escotadura en la frontal... Por lo demás, seguro que el castaño y el paseo fueron fenomenales...
ResponderEliminarTú lo más redondo que has visto es una rosquilla, y habrás mirado muchas guías, pero no te han entrado. De zorro, no sé lo que habrás visto en tu vida (de zorro sin uñas, si acaso); de lince, ni lo hueles.
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