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lunes, 8 de julio de 2013

Un juego de interpretación, "lo que nos pueden contar los árboles"

¿Nunca te has sentado debajo de un olivo milenario y has pensado que seguramente algún guerrero o un señor feudal se sentó como tú a hablar con él? ¿Nunca te has abrazado a un gran roble y le has preguntado quién lo plantó, quién lo salvó de la corta, o si siguen pasando los mismos pájaros en las distintas estaciones? ¿Nunca te has subido a la fuerte rama de una encina y le has preguntado por las tormentas o por aquella batalla?, posiblemente sus hermanas formen parte del mueble de un salón señorial de la Edad Media. Los árboles tienen memoria. PRUÉBALO.


Durante un viaje esta Semana Santa a los pinares de Valsaín me encontré con este panel que cautivó mi atención. Contando los anillos puedes conocer su edad aproximada e imaginar cómo fue su vida en aquellos tiempos, que hacía el hombre por aquellos lugares... También puedes buscar qué anillo coincide con el año de tu nacimiento...Él fue talado en el 2003 para construir el centro de interpretación de Boca del Anso, un lugar que cualquier amante de la naturaleza no debe perderse.

En 1882 nació el protagonista de nuestra historia ¿conoces alguna persona que nos pueda contar algo de aquellos tiempos? En 1889 fue ordenado el Monte de Valsaín con él incluido, él estuvo muy cerquita de donde nació en 1913 el padre del Rey Juan Carlos I. En 1926 fue testigo de cómo se iluminaron con luz eléctrica aquellos lugares.En 1969 se enteró de que Neil Armstrong (seguramente estaría pendiente de la Luna como todas las noches) había pisado la Luna. Se salvó en 1996 de un desastre natural por un temporal de nieve... Pero seguramente nos puede contar más cosas, ya que habrá visto pasar gente feliz y menos feliz, gente enamora y menos enamorada, gente pensativa, deportistas, aventureros, bandoleros, alquimistas...


NOS DEBEMOS ABRAZAR MÁS A LOS ÁRBOLES Y PREGUNTARLES SOBRE SU HISTORIA,
SOBRE NUESTRA HISTORIA

Lo podemos utilizar como ejercicio, con un poquito de historia del lugar, como un ejercicio de motivación, podríamos dejar a los usuarios de una actividad durante un tiempo abrazados a grandes árboles, y que después compartieran con el resto del grupo la historia que les ha contado el árbol, seguramente cada una de ellas es diferente, también las personas que hemos vivido experiencias similares las contamos de forma diferente.

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