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jueves, 22 de agosto de 2013

Cádiz, la ciudad más antigua de Europa

Nuestro segundo día de viaje lo dedicamos a pasear Cádiz, la capital de provincia, que como ya sabemos es la ciudad habitada más antigua de España, pero también de Europa (1.100 a.C.) y es también la ciudad situada más al Sur del Continente. 
Cádiz - Gadir, riqueza en patrimonio ya que ha sido ocupada por Fenicios, Cartagineses, Romanos, Árabes y reconquistada por Alfonso X el Sabio en 1262.

Mucho se espera de esta ciudad, y mucho encanto tiene, posiblemente no sea la época adecuada para su visita el verano (38 ºC), mejor disfrutar en estas fechas de sus bonitas y atractivas playas.

Comencemos por su Catedral, una joya barroca - necoclásica, de planta de cruz latina con tres naves, amplia girola y capillas laterales, pero para un inepto en arte destaca en dos facetas:
·      Su belleza y grandiosidad, enmascarada por una red de seguridad en su techo, necesita unos buenos cuidados de restauración.
·      La cripta que se construyo 1732 con piedra ostinera, un ambiente interior que con suerte podemos disfrutar del batir de las olas.
  
Luego nos decidimos por el paseo en barco de la bahía, de Cádiz al Puerto de Santa María, posiblemente con la incorporación de los Catamaranes ha perdido un poco de encanto, ya que la embarcación original, el famoso Vaporcito, se hundió el 30 de agosto de 2011, activo desde 1955.

En el puerto de Santa María, a las 14,30 es hora de comer, apetecen unos Mariscos y lo tradicional es ir a casa Romerijo (desde 1932), en nuestro caso finalmente elegimos el restaurante Dorada, también muy recomendable, no nos podíamos marchar sin probar el famoso vino Manzanilla.

Cádiz atrapa, pero no a 40 ºC, teníamos previsto disfrutar de la puesta de sol en el Castillo de Santa Catalina y posteriormente ir a una representación interpretada en el Castillo de San Sebastián, pero tuvimos de rendirnos al calor de la tarde y retirarnos.

Quedan muchas cosas que ver en esta ciudad, tenemos que volver, pero por favor en otra época del año.


Ya de regreso hacia nuestro alojamiento en San Martín del Tesorrillo (135 km), tuvimos la suerte de elegir terminar nuestra larga jornada en el Castillo de Castellar de la Frontera, una fortaleza árabe construida en el siglo XIII, fue declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento en 1949, pero según nos comentaron es uno de los pocos ejemplos de fortificación medieval habitado que aún se conserva, muy recomendable la puesta de sol desde el balcón de los enamorados.

2 comentarios:

  1. Fantástico! hubiera sido un delito marcharse de allí sin probar la manzanilla, chapó!

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  2. Fantástico viaje! creo que has dejado muy poco en el tintero, sin duda has visto lo más representativo de Cádiz, saludos!

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