La actividad de algunos nuevos líderes del sector ganadero trashumante, de
entidades empresariales vinculadas al mundo de la trashumancia, de colectivos
de profesores universitarios de distintas disciplinas, de entidades
conservacionistas y grupos excursionistas, está suponiendo en la práctica un
posicionamiento social favorable al mantenimiento de este tipo de tradicional
práctica pecuaria, no sólo por la entidad de su mero peso económico, si no
también por su carga histórica, cultural y por su contribución al mantenimiento
de modelos socioeconómicos sostenibles para el medio rural español.
Por otra parte, la difusión del fenómeno trashumante a partir de museos
monográficos, ferias ganaderas, fiestas de la trashumancia, publicación de
monografías, congresos y seminarios especializados sobre geografía, historia,
etnología o economía de la trashumancia, además de su valoración desde una
perspectiva ambiental, socio-cultural y educativa, está generando un creciente
interés social por la pervivencia de este legendario tipo de ganadería, que en
el caso español se remonta a los albores del neolítico y de las primeras
sociedades humanas organizadas en la Península Ibérica.
Como consecuencia de la asunción de los valores enunciados en el párrafo
precedente, ha comenzado a generarse desde hace unos pocos años un interés
creciente por el acercamiento al fenómeno descrito. Los primeros colectivos
interesados han sido el educativo en sus distintos niveles (Especialmente
universidad y formación básica-secundaria), colectivos autonómicos interesados
en el campo de la cultura popular y colectivos de grupos excursionistas
(Senderismo, cicloturismo y sociedades de montaña).
La docencia e investigación universitaria
desde el punto de vista de un
fenómeno vivo, en tránsito hacia su
desaparición, o como un hecho pretérito,
están marcando la actuación de diferentes profesionales
de la universidad española que desde varios
enfoques y disciplinas abordan un
tema caracterizado por su complejidad y
múltiples
facetas, procediendo a la difusión del fenómeno en los apartados
curriculares de los programas de determinadas asignaturas, así como por
intermedio de la configuración de los primeros grupos multidisciplinares
estables de investigación que congregan a profesores de diversas
universidades, siendo resultado de su trabajo la aparición de monografías y
libros de actas que recogen los trabajos presentados a congresos o
seminarios especializados, contribuyendo también a su difusión en medios
generales de comunicación y en otros foros especializados.
El interés del fenómeno cara al planteamiento de proyectos y currículos
formativos o didácticos, especialmente en la enseñanza básica y secundaria,
queda de manifiesto con la aparición de fichas y experiencias didácticas
aplicadas a los distintos niveles de la educación escolar, ya de carácter
elemental como con contenidos más avanzados, en los que se verifica la visita
física a enclaves donde se practica o se ha practicado la trashumancia,
entrevistas con pastores, acceso a infraestructuras ganaderas, recorridos por
vías pecuarias, etc.
Otro de los grandes pilares que sustentan la eclosión del interés social
por la trashumancia en España, deriva del atractivo cultural de dicha actividad
para aquellos colectivos cada vez más extendidos que practican el excursionismo
en sus distintas modalidades, en los que la identificación de una herencia
histórica, la visualización y participación en un fenómeno vivo y palpitante,
como el de la trashumancia, suponen un atractivo añadido cuando no prioritario
en sus desplazamientos lúdicos.
Buena parte de los parámetros reseñados suponen el origen de una corriente
turística que se ha empezado a pergeñar a partir de la trashumancia ganadera,
no sólo en España, si no también en otros países en los se practica tal
modalidad pecuaria, en los que las ferias, fiestas o festivales de la
trashumancia suponen un destacado vehículo de promoción y difusión comunitaria,
tanto para grupos específicos preocupados por el tema (Especialistas,
investigadores, docentes, medios de comunicación, grupos culturales y
excursionistas…), como para segmentos más difusos de la población con interés
potencial por el fenómeno expuesto
La configuración de un conjunto de actividades vinculadas, de redes
sociales y de un sistema de difusión social de la trashumancia empieza a
advertirse ya en lo que puede catalogarse como un proceso con incipiente
generación, en el que destacan varios agentes implicados como autoridades
sectoriales a nivel nacional, autonómico y local, universidades y demás
instituciones educativas o académicas, iniciativa privada por parte de agrupaciones
empresariales ganaderas o del gremio del turismo rural, así como otras
entidades dedicadas a la promoción rural, grupos culturales y agentes del mundo
del ocio y de las actividades lúdicas.
Santiago Bayón Vera