La Colegiata y el río Vero en Alquézar estaban en nuestro cuaderno de viaje, al llegar a la Villa nos dimos cuenta que estábamos en un escenario único, sobre el Cañón del Río Vero, en un entorno único se erguía la Villa que te invita a recorrer sus estrechas callejuelas y retroceder unos cuantos siglos atrás.
Alquézar es merecidamente conjunto histórico-artístico desde 1982, el nombre del lugar deviene del árabe (igual que alcázar) que significa fortaleza, aludiendo a la que surgío en época musulmana erigida en el siglo IX por Jalaf ibn Rasid. Muchos son los monumentos de interés, la oferta turística y gastronómica, queremos recomendaros los típicos dobladillos de diferentes ingredientes, dulces y salados, una verdadera joya gastronómica del territorio. Además de sus callejuelas y la majestuosa colegiata nos adentramos en un bonito y refrescante paseo por el río Vero, la conocida ruta de las pasarelas y queremos hacer referencia además de la preciosidad del paisaje cambiante en todo momento a la existencia de una flor tropical que crece en las paredes del Vero.
La "orella de onso" (ramonea myconi), un verdadero fósil viviente, una superviviente del terciario, todas sus hojas están cubiertas de pelillos que retienen la humedad y ayudan a la planta a soportar los cambios bruscos de temperatura, merece la pena en la primavera para ver su floración. En medicina tradicional se utilizó como remedio para resfriados.
Este lugar ha sido habitado desde hace mucho tiempo y encontramos vestigios de los hombres del Neolítico en las pinturas rupestres de la cueva de la Palomera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario