¿Mi conciencia ambiental?: Un poco de sol, agua y mi abuelo

Aunque fue mi madre la que inconscientemente a mis dieciséis  mostrándome un tríptico de un programa de voluntariado medioambiental que se realizaba en mi pueblo, izo que tomara el camino que ahora sigo, el de la búsqueda de la profesión de agente de medio ambiente. Realmente fue mi abuelo el que consiguió que calara en mí bien profundo la sensibilización ambiental.

Mejor maestro no pude tener porque él no me lo enseñaba, hacía que lo viviera. Nací en casa de mi abuelo José Antonio Boluda García y me crié allí hasta mis quince años, era una casa a las afueras de L’olleria, un pueblo al sur de la provincia de Valencia. Una casa considerablemente grande que daba a dos calles, se componía en varias fases, la primera era la vivienda con la planta baja donde vivían mis abuelos y el piso donde yo vivía. Luego estaba el corral que daba a la cuadra donde mi abuelo guardaba el rebaño de cabras, sobre ella se situaba el pajar. En la parte posterior de la cuadra avía colocado un portón de madera que daba a un solar donde teníamos construida una pequeña cochera. He pasado montones de horas en esa cuadra y saliendo por ese portón por el que mi abuelo sacaba a pastar las cabras.

Pues este naturalista fue el que con su día a día ya entre semana después del colegio, en el campo, al lado del fuego comiendo unas alcachofas a la brasa con aceite y sal, de ruta con su mobylette a esquilar perros y ovejas en cualquier casa o chalet, o los fines de semana bien en la caseta de mis primos  o en el río cuando se venía con mi padre a pescar. Consiguió mi ánimo pasión por el patrimonio tanto natural como cultural.

Mi abuelo fue una persona humilde pero trabajadora, se comenta que fue una persona de mil oficios y no me cabe duda por tantas cosas que me contó y aprendí de él. L’olleria ha sido durante muchos años un pueblo industrial, conocido especialmente por los hornos de vidrio, pero también lo ha sido por la sillería, cestería y diversas variedades de artesanías asociadas. Pero fueron otros los oficios que desempeñó mi abuelo, pastor, pocero, agricultor, esquilador, etc. etc.

Como muchos otros españoles, emigró a Francia en busca de trabajo, trabajó en la vendimia. Emigró por segunda vez y con él se llevó toda la familia, fue el periodo más largo en el que nació mi tío y finalmente mi padre. Contando que mi padre vino a España con seis años hubo tiempo para recopilar cientos de historias y vivencias que después con paciencia me contaría.

José Antonio Boluda García (Mi abuel)

Hoy consciente del naturalismo estoy en desacuerdo con una pequeña parte de la ideología ambientalista de mi abuelo, pero aun así admiro las veces que decía que no debería de ser como es la realidad que actualmente vivimos con el consumo desproporcionado de productos plásticos en la vida cuotidiana teniendo otras alternativas naturales.

 Por Juan Boluda Soler