OTOS, EL PUEBLO DE LOS RELOJES DE SOL

Siguiendo nuestro recorrido de este a oeste, bordeando la Sierra del Benicadell encontramos Otos, una antigua alquería árabe, como la mayoría de municipios que rodean este Espacio Natural, Otos, como Bélgida y Beniatjar, pertenecían a la jurisdicción del Castillo de Carbonera durante la edad media, (hoy en ruinas, aunque se pueden ver parte de sus muros), y perteneciente al término de Beniatjar.

Otos, el pueblo de los Relojes de Sol, con el fin de promocionar el turismo de interior, dar a conocer el pueblo, y ampliar su riqueza patrimonial, por propuesta de dos Otosinos y llevada a cabo por su Ayuntamiento, crearon un itinerario por la población, que nos lleva a descubrir numerosos relojes de sol, realizados por varios artistas de reconocida trayectoria profesional, y de diferentes disciplinas, ceramistas, pintores, escultores,gnomonistas (constructor de relojes de sol) y escritores que han construido y donado sus obras al pueblo de Otos.  

Rellotje de Bicicleta (Antoni Miró)

Venim del nord, venim del Sud (Rafael Amoros -Joan olivares)

Fachada posterior de la iglesia

Rueda

Carpe Diem

Vivere Memento

Fachada Palacio Marquesal

SUM SI SOL SIT

Meló-Soleil (Atur Heras)

Otros Relojes

Polifem (Manuel Boix)

El Sol Brilla Per a Tots

Qui té sol, Qué més vol?

Rellotje de fang (Arcadi Blasco)

Rellotje de Pimentons (Rafael Armengol)

Pedra de Basset

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                        

La Norma no es un Dogma (Andreu Alfaro)

       

Y estando en Otos, debo de hacer mención de un personaje "ilustre", El Gatet d´Otos, Mariano Seguí , un bandolero del siglo XIX que va a ser famoso en las comarcas de la Vall d´Albaida, el Comtat, y l´Alcoiá, y según testimonios de la época llegó hasta Sierra Morena. Lo más extarordinario de este bandolero es que despertaba admiración y la adhesión de todo el pueblo, incluso de sus victimas, probablemente porque sus acciones se debían a alguna causa justa. Otro de los elementos que va alimentar su leyenda, era la facilidad que tenía para escapar de la Guardia Civil, y las autoridades, así como su agilidad física y mental, y que según dicen maullaba como un “gato” después de cometer sus fechorías. Hasta tal punto llegó la admiración de sus incondicionales, que uno de los abogados más prestigiosos de la época, Antonio Aparisi y Guijarro, pidió ser su defensor ante los tribunales, consiguiendo que le permutaran la pena de muerte, por la cadena perpetua. El Gatet d´Otos, Mariano Seguí, el Robin Hood Valenciano.