Hoy a sido un duro
día. 880 km de carretera nos separaban del inicio del Camino Primitivo.
Verdaderamente el
Camino de Peregrinación da comienzo desde el mismo momento en que emprendes la
marcha hacia Santiago, razón por la que existen tal cantidad de senderos y
variantes distintas. Así que hoy hemos realizado un largo recorrido de nuestro
camino saltándonos decenas de etapas, usando el atajo de los transportes
modernos.
Nuestras
experiencias compartidas de hoy han sido con Jose Enrique (cullerot) y
Francisco (actualmente torrentí). Ambos hombres de una cincuentena de años
estrechamente relacionados con el campo. Que invento el BlaBlaCar (no me cansaré
de promocionarlo), no solo abarata gastos, sino que acorta trayectos, comparte
vivencias, nutre el espíritu y abre la mente.
Los caminos del
destino han querido juntarnos en el mismo viaje y casualmente ellos también
tienen como destino el Camino Primitivo.
El valor que hoy he
podido aprender de ellos es la SUPERACIÓN. A los reveses de la vida, a los
contratiempos, a la enfermedad, al amor. El mismo Camino de Santiago es un reto
en el que cada uno se enfrenta a sí mismo, a sus fuerzas físicas y psíquicas,
al tiempo, al desnivel, a los imprevistos, a la soledad, a los desconocidos...
Es muy importante
creer que nada es insuperable, y con esta premisa seguir adelante.
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| Firma en libro visitas albergue |
Llegamos de noche
cerrada, Día de todos los santos, el albergue municipal recuerda a un tétrico
hotel abandonado. El olor a húmedo invade las estancias, largos y anchos
corredores de finas paredes salpicadas de unas estrechas puertas con picaportes
antiguos (de esos que se abren con el pulgar) y unos altos techos que hacen
rebotar los sonidos produciendo unos ecos inquietantes... Mola! Por 5€, poco más
se puede pedir, esperemos que el fantasma esté incluido, si sigo vivo mañana os
cuento.
Cuando despertemos
emprenderemos la marcha. Antes firmaremos en el grueso libro de visitas.
Y partiendo de la
catedral, emularemos el viaje de Alfonso II.
***
Jose Alemany
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