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viernes, 18 de diciembre de 2015

El camino hacia la protección:



Este paraje se encuentra protegido actualmente por la ley 25/1980, de 3 de mayo, siendo declarado originalmente por el Decreto 1874/1973, de 28 de Junio, como Parque Nacional por ser un hábitat excepcional para la avifauna palustre. Con respecto a la historia de su declaración, una de las primeras referencias a esta zona aparece en el ''Libro de la caza'' del Infante D. Juan Manuel, en el año 1325, donde se describen como una zona ''apropiada para la caza'', perteneciente a la Orden de Calatrava. También se describen el las ''Relaciones Topográficas'' que mandó realizar Felipe II en 1575, quién quedó muy satisfecho con los resultados de este área en cuestión. A mediados del siglo XIX, las Tablas adquieren gran fama como magnífico lugar de caza, como así lo divulga D. Francisco Marti de Veses, que impulsa la Sociedad de Cazadores. En particular, el General Primo en 1870 y el rey Alfonso XII en 1875 cazaron en estos parajes. Afortunadamente, en 1959 se dicta la Orden Ministerial por la que se prohibe definitivamente la caza en las Tablas y en 1966 Las Tablas de Daimiel se convierten en Reserva Nacional de Caza, reconociéndose la necesidad de iniciar un programa de protección y conservación de la fauna.

 Ejemplar del ''Libro de la caza'' de Don Juan Manuel. Al lado, cazadores en las Tablas en la época de la Reserva Nacional(Google imágenes).

Hacia 1956 se pone en marcha un gran proyecto de desecación que afecta a más de 30.000 hectáreas de las cuencas de los ríos Guadiana, Záncara y Gigüela. Frente a este proyecto, destacó a favor de este entorno la voz de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza que, en 1963, incluye este paraje como área húmeda preferente del Continente Europeo. Pero es a partir de los años 60 cuando comienzan los malos tiempos para las Tablas. Por un lado se aceleran las obras de canalización de los ríos manchegos desecando la zona y, por otro lado ya a comienzos de los 70, una extensión salvaje de regadíos acaba con los recursos hídricos del subsuelo. En pocos años el río Guadiana queda definitivamente seco produciéndose un desastre ecológico y geológico de graves consecuencias. La turba comienza a arder, bien de forma espontánea o inducida por incendios en tierras colindantes, produciendo vapores que salen a través de las grietas del terreno. Estos episodios se repitieron en 2009, pero en menor medida, aunque también produjeron daños en el ecosistema. Actualmente existen carteles que advierten del riesgo de las ''turberas con peligro de combustión''. 



Incendio subterráneo en Las Tablas, 2009(google imágenes).

Como medida de protección y de finalización de la desecación de este enclave, se declara en 1973 el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel y se crea una zona de Reserva Integral de aves acuáticas dentro del mismo y en 1980 se reclasifica el Parque Nacional. En 1981 se incluye en el Programa MaB (Hombre y Biosfera) al declarar a la Mancha Húmeda como Reserva de la Biosfera. En 1982 se reconoce como Humedal de Importancia Internacional por el convenio Ramsar. En 1988 se califica como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).La intensa lluvia caída en los años 1996 y 1997 traen de nuevo la vida al parque, es ahora cuando debemos hacer propuestas para conservar y asegurar la continuidad del Parque Nacional y en general de la Mancha húmeda.





























Imágenes del estado actual del Parque Nacional.

 



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