LA MAGIA DE LA PEGUNTA
“Produce una inmensa tristeza
pensar que la naturaleza habla mientras el género humano no escucha”.
VICTOR HUGO
El Parque Natural de Penyagolosa ofrece una
panorámica espectacular con vegetación muy diversa. De hecho hay más de un
millar de especies catalogadas en todo el macizo, de lo cual ya se tenía
constancia en el s. XVIII, en el tratado elaborado por el botánico valenciano
A.J. Cavanilles.
Esta riqueza botánica se debe a distintas
circunstancias: tipos de suelo, orientación y altitud.
Es
una delicia pasear entre sus bosques de pino negral (Pinus nigra), pino rodeno
(Pinus pinaster) y pino albar (Pinus sylvestris). También encontramos
ejemplares de sabina albar (Juniperus thurifera), tilo (Tilia platyphyllos), roble
valenciano (Quercus faginea) y manzano silvestre (Malus sylvestris) entre
otros, pero el rebollar de Penyagolosa (Quercus pyrenaica) se considera un
bosque único en la provincia de Castellón.
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Manzano silvestre (Malus
sylvestris)
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Elegimos realizar una ruta que pasara por el Barranco de la Pegunta, pues
en él se encuentra una microrreserva de flora, creada en 1998 para garantizar la
conservación de especies vegetales raras y en peligro. Esta microrreserva tiene
20 ha de extensión. El enclave, tiene un trazado sinuoso y por él sólo discurre
agua en las estaciones de lluvia o como consecuencia del deshielo.
El nombre
le viene porque antiguamente había un horno de pegunta o pez. En su interior se
introducían trozos de madera resinosa, generalmente de pino, aunque también
podía utilizarse madera de sabina o enebro y se procedía a su combustión. La
brea destilada fluía hacia la parte inferior de un pozo, donde se ubicaba la
cavidad receptora. El producto obtenido se utilizaba principalmente para
calafatear los barcos o para marcar el ganado.
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| Font de la Pegunta, ahora seca |
Algunas de las especies protegidas son: la campanilla de invierno, la lechuguilla del bosque, el acebo o el tejo.
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| Acebo (Ilex aquifolium) |
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| Tejo (Taxus baccata) |
Era un día gris y frío pero disfrutamos mucho del recorrido impregnado de los colores ocre del otoño mezclados con el verde del pino y la hiedra. También encontramos algunos árboles ya sin hojas como este arce.
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| Arce (Acer granatense) sobre el manto de sus hojas |
Nos llamó mucho la atención los pinos cubiertos de hiedra en las umbrías, como si de una nueva especie forestal se tratase. También vimos muchos otros con muérdago.
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Pinos ahogados por la enredadera
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| Un descanso en la Font Nova |
En el
parque hay catalogados varios árboles monumentales. Nosotros vimos uno de ellos
en este recorrido, es el llamado Pi Gros
de les Quatre Forques. Se trata de un pino negral (Pinus nigra susp.
Salzmannii) de unos 250 años, que se encuentra situado a la entrada de la zona
de acampada de Planás.
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Juanjo delante del Pi Gros de les Quatre Forques
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Detalle del tronco
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En el
Monte Público de Sant Joan de Penyagolosa, a cien metros de la pista forestal
que sube al pico, se encuentra el Pi
Roig de Manuel Calduch i Almela (Pinus sylvestris), que tiene una edad de
alrededor de 100 años y que, junto al ejemplar anterior, forman parte del
proyecto LIFE desarrollado en hábitats prioritarios de Alta Montaña y han sido
objeto de intervención para su saneamiento y señalización.
Otro árbol
de interés es el Teix del Barranc de la
Teixera (Taxus baccata) que se encuentra en el barranco del mismo nombre.
Su edad se aproxima a los 1.000 años y su estado es decrépito en la actualidad.
Hemos
quedado cautivados de la belleza de este paraje al igual que Cavanilles, que
dijo:
“En este barranco corren las aguas por un trecho y
desaparecen de repente entre las peñas para salir de nuevo y ocultarse otra vez
en las entrañas del bosque. Allí se ven, entre espesos pinos, troncos
monstruosos tirados por el suelo, los cuales fueron arrancados por los vientos
o perdieron la vida de vejez…”.
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