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sábado, 5 de diciembre de 2015

SALINAS EN EL ALTIPLANO


  Una de las actividades tradicionales que hasta hace relativamente poco tiempo se desarrollaba en la "COMARCA" era la extracción de sal.
   La importancia de la sal en la historia, además de como elemento necesario para los organismos vivos, viene determinada por su utilidad como agente conservador de carnes y pescados. Antiguamente, las infraestructuras viarias y medios de comunicación no permitían abastecer económicamente a los territorios alejados del litoral de la sal marina El único modo de paliar esta carencia era mediante su extracción desde las minas de halita, o a través de la explotación de los cursos, manantiales o acuíferos de aguas salinas.


   Las salinas de interior, en términos generales, consisten en un conjunto de balsas artificiales, poco profundas, a las que se conduce el agua por medio de acequias y canales.



   Es en estas balsas donde, por efecto de la insolación se obtiene la sal. La evaporación también podía ser forzada en invierno, temporadas o áreas de insuficiente insolación. 


   También podía explotarse directamente la sal en roca.

  Todas las instalaciones salineras de la Meseta de Requena-Utiel se sitúan en afloramientos de yesos, margas y las arcillas del Keuper.




   Sus procesos de explotación solían ir de mayo a septiembre.
   Las principales salinas de la Meseta de Requena-Utiel son:
Las salinas de Jaraguas (Venta del Moro) también llamadas Mina Lolita. De producción muy antigua, se ubican a un kilómetro de la aldea de Jaraguas en la margen derecha de la rambla Salobreja, tributaria de la Albosa. Se conserva un pozo central, 

unos seis pozos menores (aunque posiblemente pudieran existir más), alrededor de 25 piletas o pozas de cristalización y 5 áreas de secado y carga de la sal.



  Eran terrenos de dominio público que diversas familias (alrededor de veinte) aprovechaban para producir sal y completar sus rentas ya que las familias salineras jaragüeñas intercambiaban la sal por productos alimenticios de primera necesidad. Abastecía de sal a los núcleos próximos a Jaraguas, pero también se comerciaba con ella en municipios castellanos cercanos a la comarca.

   La sal producida era utilizada para la alimentación, los salazones y curados. Las aguas se repartían entre todos los usuarios de las salinas y las pozas pasaban de generación en generación. Su técnica de explotación era por insolación en verano y por evaporación inducida por medio de una plancha metálica y trébedes en invierno. Jaraguas tenía su propio molino de sal. La sal obtenida por recalentamiento forzado era de grano fino y no hacía falta molerla.
    
   Es una lástima el estado en el que se encuentran, debido a la dejadez y al mínimo mantenimiento que reciben. Lamentablemente al estar tan cerca del Parque Natural de Las hoces todo el presupuesto el ayuntamiento lo dedicará a promover las actividades de aventura , que dan mas intereses económicos.



   Las salinas de Hórtola (Requena), a pesar de su difícil acceso, fueron unas de las de mayor producción de la comarca. Situadas en las cercanías del río Cabriel, entre los caseríos de Hórtola y Los Alcoceres. Su sal era de poca calidad y se utilizaba casi exclusivamente para el ganado. La cosecha de sal de 1758 fue adquirida por casi 200 ganaderos de la zona. Su propiedad osciló entre manos públicas y privadas y a me-nudo fueron arrendadas por el concejo o gravadas impositivamente. En 1491 por una sentencia arbitral, dos terceras partes de las rentas de las salinas se asignaron a Pedro de Barrientos, señor de Las Majadas y Valdecabras, por débitos contraídos por Requena en la guerra contra el señorío del Conde de Castrogeriz (1465-1468). Fueron incautadas varias veces en favor del Rey. Constan de dos manantiales ubicados en dos calentadores o pozos de mampostería. Por medio de un sistema de poleas y pozales y un canal de madera móvil se distribuía el agua salobre por los tres cuerpos de pozas situadas a diferente altura. Las 30 pozas que integran el complejo estaban separadas entre sí por tablones de madera. El almacén se situaba junto a las salinas. Se llegó a utilizar hasta los años 60 del siglo XX. Lamentablemente no puedo poner imagenes de ellas pues ahora se encuentran en el interior de una finca de caza particular vallada.
Al fondo se vislumbra el caserio de Hórtola


Al fondo del valle se encontraban las salinas


1 comentario:

  1. Muy bien documentado. Desconocía la actividad de la extracción de sal en la zona.

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