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domingo, 10 de enero de 2016

Procesión hacia la muerte.

La procesionaria del pino (Thaumetopoea pityicampa) es un lepidoptero. Una plaga que abunda en los bosques de pinos especialmente, aunque también se le puede ver de forma esporádica en cedros y abetos de Europa del sur y central.

La fase más agresiva de la vida de esta especie es en el estado de larva, estas orugas que tienen un desplazamiento característico y de ahí reciben el nombre de procesionaria además de atacar gravemente a los pinos desprenden unos pequeños pelos que pueden provocar irritación en oídos, nariz y garganta, así como intensas reacciones alérgicas sobre los seres humanos. Pero en este caso nos vamos a centrar en el daño que están causando sobre las masas boscosas y por lo tanto nos preguntamos quienes son los responsables de la gestión de las mismas.

Es muy probable que el incremento de las temperaturas medias de este invierno, la falta de lluvias y las casi ausentes heladas han provocado un ataque y asentamiento de estas orugas, es cierto que las larvas aparecen durante el primer trimestre del año, después del invierno, pero este año se han adelantado con el invierno más caluroso y seco que se conoce desde que tenemos registros causando graves daños a las masas boscosas especialmente de pinos.

Si nos desplazamos desde Valencia hacia Teruel al pasar por Rubielos de Mora, o si vamos hacia Navarra, o a muchos sitios de la geografía española podemos ver grandes extensiones de pinos de color gris, pinos en estado límite, casi muertos. Pero si nos acercamos a observar estos bosques de muerte nos encontramos con la procesión, como si de la "Santa Compaña" se tratase se extienden, o citando al propio Atila "por donde pisa mi caballo no vuelve a crecer la hierba".
Imagen del viajeroandaluz

Esta situación nos provoca grandes cuestiones:

  • ¿Es la modificación del ciclo de vida de esta plaga un efecto manifiesto del cambio climático?
  • Si es así, son los políticos los que deben desarrollar las estrategias necesarias para cumplir con el reciente acuerdo contra el cambio climático de la Cumbre de París. ¿No son los bosques los sumideros de CO2? ¿Por qué no se ha actuado sobre la plaga? ¿qué pasará si estos bosques no rebrotan en primavera?
  • Existen pinos en parques y jardines, estos gravemente afectados por la plaga, ¿quienes son los responsables de las alergias que pueden provocar a la población? ¿o de la muerte de un perro o mascota por el contacto con las orugas? ¿quienes son los responsables de la gestión de los parques y jardines de una ciudad o pueblo? ¿nos esperamos a perder los pinos como se ha hecho con las palmeras y el picudo rojo?
  • Entre los políticos se ha puesto de moda la palabra participación ciudadana, algunos de los pinos que ya daban sombra que han sufrido el grave y tranquilo ataque de la plaga fueron plantados en campañas de repoblación o días del árbol hace algunos años, ahora son grises, posiblemente no vuelvan a pintarse de verde. ¿quienes son los reponsables?
Si buscamos responsables lo tenemos claro, son los políticos cada uno a su nivel, si hablamos de parques y jardines son los municipales y si hablamos de monte los autonómicos, ¿pero les importa a nuestros políticos el medio ambiente? ¿el medio natural?, esto no da votos y con ello escaños o concejales, ¿cuál es su compromiso con la sociedad?, van a seguir tratando de hacer pactos mientras los "fantasmas" nos advierten de la muerte, de un cambio del paisaje, de la más manifiesta presencia del desierto,..., ellos son los únicos responsables, mientras tanto, mientras todo se convierte en más gris ellos están pendiendes de los pactos. Por favor: Gestionad para la vida.

Gestionar para la vida... es hacer los tratamientos adecuados en el momento adecuado, es potenciar las aves insectivoras, es repoblar las masas más afectadas para ver si podemos recuperar el bosque bajo cubierta, ... es ... pero para ello hay que hacer y el medio ambiente y la naturaleza son necesarios para poder seguir disfrutando de la vida tal como la conocemos.

Yo soy de Carlet, una localidad 30 kilómetros al sur de la ciudad de Valencia, estamos acostumbrados a los ataques de la procesionaria, pero lo de este año ha sido exagerado, aquí os dejamos unas imágenes para que cada uno juzgue.






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