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viernes, 19 de febrero de 2016

PARQUE FORESTAL DE LA MUNTANYETA D'ALZIRA

Alzira cuenta con un espacio lúdico-recreativo de carácter forestal sin parangón.

La Muntanyeta es una colina de pocos metros de altitud, coronado por la ermita de Nuestra Sra. del Lluch. En la parte superior se extiende una amplia explanada, en la que aterrizara el helicóptero del Papa Juan Pablo II allá por el año 82 con motivo de la trágica inundación causada por la "Pantaná", punto de reunión de cientos de usuarios de la ciudad de Alzira y otros pueblos de la comarca. Un parque infantil, una cafetería, el mirador de la Muntanyeta y unas inmejorables vistas de la Ribera del Xúquer conforman el atractivo de este característico promontorio.

Panorámica matutina desde la Muntanyeta.

Pero quiero centrar la atención especialmente en lo concerniente al patrimonio natural de este declarado "Parque Forestal" y es que la mayor parte de la superficie está ocupada por una vegetación puramente mediterránea, o al menos debería...

Recorremos tranquilamente el sendero circular que nos eleva, desde el mismo punto de inicio del vía-crucis, hasta su planicie superior y que transcurre por toda la circunferencia de la Muntanyeta. En este paseo atravesamos diferentes zonas gobernadas por múltiples estados vegetativos claramente diferenciados en función de la orientación, dispuestos de la siguiente manera:
     Partimos de la ladera Oeste. En la zona baja, más próxima a las últimas casas del barrio de la Muntanyeta, especies invasoras como la chumbera (Opuntia) o la lantana (Lantana camara) entre otras, están ganando la batalla a las especies autóctonas. En ascenso, un diseminado de pinos piñoneros (Pinus pinea), afectados por la plaga del tomicus (Tomicus destruens), espesando hacia la sima por algarrobos (Ceratonia siliqua), olivos (Olea europaea) y pinos carrascos (Pinus halepensis).

Chumbera, "figa de pala", colonizando terreno.

     La zona Sur o de solana, se ha visto afectada por pequeños incendios provocados. Desde la parte baja, cultivos abandonados con los días contados esperan a ser sustituidos por huertos urbanos. La zona media está compuesta de lecho rocoso salpicado en su mayoría de gramíneas y un estrato arbustivo puramente heliófilo para finalizar en un pinar afectado por la procesionaria (Thaumetopoea pityocampa) y el tomicus, agravado por la pertinaz sequía. Bajo el pinar, una serie de especies alóctonas como el candelabro (Aloe arborescens) o el aloe (Aloe vera).

Orugas de Procesionaria en su característico desfile.

     La zona de orientación Este podría tener un gran potencial gracias a la humedad aportada por los vientos de levante, pero ésta ha sido ocupada por la urbanización de Santa María del Bon Aire, que ocupa antiguos terrenos de cultivo. 
En su parte media, ha quedado una estrecha franja de pinar maduro con una leve afección de procesionaria y un rico estrato arbustivo gobernado por los enebros (Juniperus oxycedrus) y espinos (Rhamnus lycioides) entre otras como la coronilla de fraile (Globularia alypum). Su parte más alta está ocupada por la carretera de acceso y un gran paredón que afianza la meseta ahora ocupada por un amplio mirador hacia la Serra de Corbera.

Mata de Corona de fraile en flor.

     Por último, la cara Norte posee la mayor riqueza, como es habitual en nuestra tierra. Un pinar maduro con una gran presencia de carrascos intercalados de piñoneros, la humedad predominante y el sustrato rico en materia vegetal sustentan una corte vegetativa compuesta por jaras (Cistus albidus), lentiscos (Pistacia lentiscus), zarzaparrilas (Smilax aspera) o narcisos (Narcissus).

Narcisos blancos en la umbría de la Muntanyeta.

El potencial es innegable. Importantísimo y necesario puede resultar su papel como agente amortiguador de otros espacios naturales como la Murta y la Casella, reduciendo afluencia de visitantes si las propiedades del medio natural fuesen equiparables en riqueza y jugando con la ventaja de cercanía y servicios.
Con el objetivo de revalorizar este espacio forestal urbano y la finalidad de mantener en un equilibrio óptimo nuestro patrimonio natural, Interpreta&Educa y su equipo de profesionales se han puesto manos a la obra.

Preparativos de la jornada.

El primer paso se ha dado mediante la colaboración con el ayuntamiento de Alzira (parte indispensable en la gestión de los mencionados parajes) organizando una reforestación ciudadana con motivo del Mes del Árbol el pasado 14 de febrero.

Paneles interpretativos.

Partimos de un estricto criterio técnico en la determinación de los puntos exactos en que establecer los nuevos plantones y lo combinamos con la participación ciudadana de manera que, usando la interpretación como elemento vehicular, lográsemos una experiencia sostenible, lúdica, educativa y concienciadora, obteniendo el máximo potencial de los recursos disponibles.

La participación ciudadana fue muy aceptable en consideración a las condiciones meteorológicas y la falsa alarma generada por la problemática derivada de la presencia de bolsones de procesionaria.

Control mediante feromonas del tomicus.

Cerca de 500 árboles de alto valor ecológico fueron sembrados en un ambiente inmejorable y sin ningún tipo de incidencia. Pinos carrascos y pinos piñoneros para reforzar la maltrecha población existente. Sabina negral (Juniperus phoenicea) en zonas de baja calidad de suelo. Finalmente, como especies propias del óptimo, madroños (Arbutus unedo), carrascas (Quercus ilex) y robles valencianos (Quercus faginea) lucharán por llegar a ser auténticas máquinas depuradoras de aire y embellecedoras de paisajes.

Paneles indicativos de la zona donde se pretende dar calidad a la vegetación existente.

Primeros pasos hacia una ciudad +verde, +sostenible, +amable.
Técnica, concienciación y participación son las claves del éxito y por ello es fundamental combinarlos a la perfección. Desde Interpreta&Educa seguiremos luchando y contribuyendo en que esto sea así.

Paco y Jose junto a los plantones.

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