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lunes, 19 de marzo de 2018

EL PAN DE HOY, EL TRIGO DEL MAÑANA


                                EL PAN DE HOY, EL TRIGO DEL MAÑANA

El Tratado Transatlántico de comercio e inversiones o TTIP (Transatlantic Trade and Investment Partnership) es un polémico tratado de libre comercio entre la Unión Europea y Estados Unidos.
De una forma más concreta, el fin de este tratado es reducir o eliminar las barreras arancelarias que pueden existir entre la Unión y EEUU, liberalizar nuevos mercados y armonizar cierta legislación entre ambos.
Sobra decir que este tratado es de vital importancia para las economías de los países que lo firman, y ha suscitado varias críticas que podrían acabar echándolo abajo. Una de las más importantes es la falta de transparencia con la que ha sucedido todo: los principales textos de la negociación permanecen ocultos a la ciudadanía, existiendo una cláusula para no permitir su publicación en 30 años. Además, existe un pronóstico fiable de pérdida de empleo, hay estudios que predicen hasta 600000 empleos perdidos debido al TTIP.


 Aunque existen otro tipo de criticas, como la pérdida de derechos o la degradación de la democracia, nos centraremos en la pérdida de empleo, ya que la propia Comisión ha reconocido que los que más perdida de empleabilidad van a padecer son los pequeños agricultores y ganaderos.
Este acuerdo, en mi opinión, perjudica gravemente sobre todo al pequeño agricultor europeo. De hecho, el primer objetivo del TTIP es eliminar todas las obligaciones aduaneras existentes entre la Unión Europea y Estados Unidos. Esto crea conflicto con el tema que nos ocupa, ya que las obligaciones aduaneras son prácticamente inexistentes en todos los sectores excepto en el sector agrícola, en el que aún son elevadas.
Para entender mejor la idea de que el TTIP perjudica al agricultor europeo, hay que poner en valor las diferencias entre la agricultura europea y la americana:
EEUU tiene tres veces más superficie agraria que la UE, y tres veces menos explotaciones agrarias. Esto nos viene a decir que cada explotación agraria suya es mucho mayor que  nuestra media.
En la UE la media de hectáreas por explotación es de 18 mientras que en EEUU es de 176. De hecho, en la UE se considera una gran explotación agraria aquella que tiene más de 50 hectáreas. En EEUU, una con más de 800.
Como vemos, nuestra forma de vivir y comprender la agricultura es completamente distinta. Aquí, lo normal es un pequeño agricultor que trabaje su propia tierra. Allí, lo más normal son grandes propietarios con miles de hectáreas.
El Departamento de Agricultura de EEUU, elaboró un informe contemplando tres escenarios posibles y las ganancias que podrían conllevar cada uno de ellos:
En un primer escenario, se eliminarían las obligaciones arancelarias conservando un cierto grado de protección a cada lado. En este caso, las exportaciones estadounidenses aumentarían 5.500 millones de dólares, siete veces más que en el lado europeo.
En el segundo escenario, si se eliminan todas las barreras, incluidas las del sector agrícola, las exportaciones de EEUU a Europa crecerían hasta casi 10.000 millones de dólares, frente a 2.000 millones para el lado europeo.
En el tercer escenario, eliminar una serie de medidas no arancelarias muy limitadas y “podría llevar a los consumidores a optar por productos elaborados domésticamente frente a las importaciones”. En este caso, los beneficios serian escasos para ambos.
En conclusión, este tratado tiene un claro vencedor: la economía estadounidense; y un claro perdedor: el sector primario europeo, Y SOBRE TODO EL ESPAÑOL!!.
https://www.ecosia.org/images?q=IMAGENES+DE+CAMPOS+DE+TRIGOS+ARRASADOS

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