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viernes, 20 de noviembre de 2020

Descubramos juntos las riquezas botánicas de la Font Roja

 


Ahora ha llegado el turno de los entrañables botánicos y botánicas y vais a disfrutar con creces puesto que este Parque Natural llama la atención a muchos por la flora y vegetación que alberga. Sin embargo vámonos todos juntos un poco más hacia atrás para comprender el por qué de esta situación. 

Destaca el hecho de que la orientación de la sierra donde la Font Roja está instalada es muy peculiar. Su orientación de alguna manera ha permitido una clara diferenciación entre umbría y solana; marcada también por la diferencia de relieve donde vemos paredes verticales sobre la umbría y pendientes suaves por la solana. Todo esto es lo que ha permitido la presencia de vegetación más exigente a la humedad y ambientes fríos en zonas de sombra y vegetación más abierta y adaptada en en las zonas de solana.



Pasemos a la parte más importante. Yo creo que todo el mundo que es conocedor de la Font Roja se le viene a la cabeza las miles de carrascas (Quercus ilex) que cubren toda la zona. En este caso el carrascal se extiende tanto por la solana como por la umbría. Una curiosidad que os quiero dar a conocer es el tema de la agallas. ¿Nunca os habéis preguntado que son esas pequeñas protuberancias que salen sobre las hojas de las carrascas? Las agallas son formaciones que se producen por exceso de taninos, producido principalmente por una enfermad o porque pequeños insectos, principalmente himenópteros pican a la planta para que esta produzca la agalla y a su vez sirva de cobijo para el insecto y sus futuras generaciones.


Vista de la Font Roja. Foto propia.


Ejemplo de una agalla de carrasca. Foto propia

Tampoco puedo olvidarme de la presencia del bosque caducifolio principal encargado de aportar una preciosa coloración rojiza en otoño. Este bosque mixto nos deleita con la presencia del fresno (Fraxinus ornus), el arce (Acer opalus granatensis) o el mostajo (Sorbus aria). Me queda decir también que estos se suelen instalar principalmente sobre los riscos más altos y en zonas de poca luz.

Mostajo. Foto propia

Hojas de arce. Foto de GVA 

Junto a la superficie de carrascas podemos encontrar ejemplares de rusco (Ruscus aculeatus), durillo (Viburnum tinus), aladierno (Rhamnus alaternus) o el enebro (Juniperus oxycedrus). También pueden aparecer preciosos ejemplares de orquídeas que verán en las siguientes imágenes, haciendo alusión a la forma de una abeja.

Rusco. Foto propia


Enebro. Foto propia.

Orquídea. Foto de Lluís Serra GVA

Orquídea. Foto de Lluís Serra GVA

Debido a la intensa actividad del hombre a lo largo del tiempo también la naturaleza se ha conformado permitiéndonos encontrar la presencia de vegetación nitrófila. Esta está caracterizada por la vegetación ruderal y arvense dando lugar a intensas poblaciones de santolina (Santolina chamaecyparissus). Por otro lado, por los bancales abandonados de la sierra también podremos ver la aparición de amapolas o hermosos ejemplares del género Nigella.

Nigella damascena. Foto propia

No podemos dejar de lado a la vegetación rupícola que destaca por su brutal capacidad de vivir sobre las rocas. En nuestro caso podemos apreciar interesantes ejemplos como puede ser la orella de ratolí (Sarcocaphnos saetabensis).

Orella de ratolí. Foto propia.

Por último, para acabar no me iré sin antes mencionar unos cuantos ejemplos de flora rara o endémica que se alberga bajo este hermoso paraje. Por ejemplo, tenemos la pragmática presencia del Quercus cerrioides, especie amenazada; conocido por ser un híbrido entre dos especies, particularmente se ha hibridado con la ayuda de Quercus humilis (roble pubescente) y Quercus faginea (roble valenciano). 

Quercus cerrioides. Foto propia.

Por otro lado también nos acompaña el tejo (Taxus baccata), especie externamente preciosa y voluminosa pero también potente y muy peligrosa por el gran volumen de toxicidad que alberga. Hay que tener numerosa cautela, pues se dice que un solo hueso del fruto del tejo es capaz de matar a un caballo en segundos. Sin embargo, la pulpa roja es la única parte de este individuo que es comestible y alberga grandes cantidades de fructosa. Os resultará curioso saber que en algunas zonas se elabora mermelada con la pulpa roja de estos pequeños frutos.

Tejo. Foto de Lluís Serra. GVA

Y para terminar, voy a finalizar hablando de la curiosa Chupamieles (Cytinus hypocistis). Se trata de una planta parásita que se alimenta principalmente de ejemplares de Jara, extrayendo alimento y clorofila de esta, motivo por el cuál, la chupamieles no necesita de la luz para poder desarrollarse.

Ejemplar de Chupamieles. Foto propia


Así que ahora me toca finalizar esta sección y despedirme. Tranquilos mis queridos lectores  porque nos veremos en las próximas entradas. Espero que hayáis disfrutado mucho con estas pequeñas curiosidades y con las fotografías de estas preciosidades que podemos encontrar al Parque Natural de la Font Roja.

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