Las propuestas de gestión para los peces, podrían ser las siguientes:
- Impedir la entrada de cualquier especie o variedad exótica de pez, ya sea nueva o de las ya presentes.
- Poner fin a la trucha arco iris americana y a la trucha común, o por lo menos disminuir su liberación, el rio Montsant es una rio básicamente ciprinícola y la presencia de estas especies es reciente, fruto de introducciones forzadas. Habría que valorar en profundidad las ventajas que representan estas acciones para la economía de la zona, frente a los problemas ecológicos que provocan en el medio acuático.
- Intentar erradicar la presencia de black-bass, especie depredadora de origen americana, que llega a ser localmente abundante en el embalse de Margalef y en algunos tramos de aguas abajo de la toma, sobretodo donde hay gargantas y el río está más calmo.
- Intentar establecer el origen de las enfermedades epidérmicas (posiblemente fúngicas) que afectan a los barbos y las madrillas, y que periódicamente son causa de una gran mortalidad.
- Gestionar
las áreas de pesca controlada de forma sostenible, partiendo de una vigilancia periódica
de las poblaciones piscícolas y la promoción de alternativas como la pesca sin
muerte de ciprínidos. Evitar en todo caso la sobrepesca de especies autóctonas.
- Promover la creación de refugios de pesca en los tramos de más valor ecológico, como puede ser el desfiladero de Fraguerau.
- Confeccionar un mapa de todos los vertidos que se hacen al rio, para restablecer un plan de saneamiento.
- Suprimir los derrames orgánicos y químicos por medio de la depuración y la correcta gestión de los vertidos de aguas residuales de las granjas. Recomendar la inspección rutinaria del funcionamiento de las depuradoras instaladas.
- Controlar las captaciones y derivaciones del agua. Hace falta gestionar la demanda basándose en el estudio de los diferentes usos consuntivos y la aplicación de objetivos de ahorro en estos usos finales. Las medidas de ahorro en la agricultura pueden ser: cambios en los sistemas de riego, reparación de las canalizaciones, replanteo de los tipos de conreo y replanteo de la necesidad de nuevos tipos de regadíos.
- Reducir al máximo la utilización de productos fitosanitarios y fertilizantes, que devuelven al rio y a los acuíferos des de los campos de conreo y que alteran la calidad de forma desfavorable.
- Establecer unos caudales ecológicos por cada tramo de rio, especialmente aguas abajo del embalse de Margalef. Este caudal debería intentar mantener el modelo de fluctuación natural característica de los ríos mediterráneos, con alternancia de períodos torrenciales y de estiaje.
- Elaborar un catálogo de todos los obstáculos artificiales presentes en el río, tanto en uso como en desuso, así como una propuesta de solución para cada una de ellas.
- Construir escaleras para los peces a todas las esclusas de antiguos molinos u otros tipos de barreras físicas agrícolas artificiales. Esta medida permitirá recuperar los movimientos migratorios de la anguila, al mismo tiempo que los ciprínidos podrían remontar el río para devolver a los hábitats durante las riadas o en episodios agudos de contaminación.
- Intentar ayudar, de forma artificial, a cerrar el ciclo biológico de las especies migratorias como la anguila. Podría mejorar la situación provocada por la presencia de dos esclusas importantes, como los embalses de la "Vilella Baixa" y de Margalef, el hecho de llevar a cabo repoblaciones periódicas con angulas. También se podrían capturar los ejemplares adultos, preparados para la migración de retorno y trasladarlos en tanques y vehículos rio abajo, por ejemplo hasta Gracia, donde el rio Siurana confluye con el Ebro y ya no hay ninguna otra barrera física hasta el mar.
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