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sábado, 29 de enero de 2022

Barranco del Cañar. Patrimonio del agua

Gran parte de la subida a La Rápita desde Algimia de Almonacid se realiza bordeando el barranco del Cañar, por el antiguo camino vecinal, un camino de herradura de Algimia a Villamalur. El camino todavía conserva restos de su esmerada manufactura, con tramos empedrados de rodeno y paredes de sujeción. 

Camino de herradura cercano al Barranco del Cañar.
Fotografía: propia

Las aguas que corren por este barranco son uno de los principales sistemas hidráulicos existentes en el término de Algimia de Almonacid. Las aguas del barranco del Cañar y el manantial de Donace riegan las tierras hortícolas de la Huerta Mayor.

Cerca del barranco encontraremos las ruinas de corrales, como los Corrales del Cañar, que nos hablan de antiguos usos ganaderos de estas tierras, cercanas al curso del agua.

Corrales del Cañar con La Rápita al fondo.
Fotografía: propia


Corrales del Cañar.
Fotografía: propia

Corrales del Cañar con vistas a la Vall de Almonacid.
Fotografía: propia
El agua se toma de la parte alta del barranco del Cañar, procedente de las fracturadas montañas a 800 m.s.m. en la ladera del Pico de La Rápita. En la denominada Fuente Alcodori, una caseta de piedras está construida sobre el nacimiento de ésta.

Fuente Alcodori.
Fotografía: propia

En tiempos pasados, una pequeña área de la cabecera del barranco del Cañar se hallaba en rotulación, y canalizaba las efímeras aguas por la orilla izquierda. Dejaremos el curso del sendero de pequeño recorrido que va dirección al Collado de Los Refugios y la cima de La Rápita para poder apreciar este rincón del barranco de tanto significado histórico. 


Tramo final del Barranco del Cañar
en la entrada al Azud y Balsas Viernes del Cañar.
Fotografías: propias.

El Azud del Viernes del Cañar, construido a una cota de 570 m.s.n.m, canaliza el agua del barranco por la orilla de la izquierda hasta tres embalses, sólo funciona el central, la llamada Balsa de los Viernes, una balsa de mampostería desde la que se regulaban los recursos y de la que hoy se benefician un par de parcelas colindantes.

Entrada de agua a la segunda balsa de la zona de la Balsa Viernes del Cañar.
Fotografía: propia

Segunda balsa, la más próxima al antiguo Molino de Viernes del Cañar.
Fotografía: propia.

Inicio de la acequia que nace en el Azud del Viernes del Cañar.
Fotografía: propia

La Balsa de los Viernes en otros tiempos perteneció a un molino harinero y sólo era utilizada para el riego durante ese día de la semana. 

La denominada Balsa de los Viernes del Cañar, de las tres balsas la de mayor tamaño.
Fotografía: propia

Balsa de los Viernes del Cañar.
Fotografía: propia

Pozo junto a la Balsa de los Viernes del Cañar.
Fotografía: propia

A los pocos metros de la Balsa de los Viernes se produce una derivación que permite el riego del margen contrario por medio de una acueducto de medio punto y después es canalizada hasta la balsa del Cañar, de planta rectangular y altos muros, construida en su forma actual en el año 1884 y reparada en 1993, donde se junta con las aguas procedentes de otro manantial. La construcción de esta balsa es debida al abandono del molino de los Viernes del Cañar, la toma de agua quedaba demasiado lejos para ir a abrirla cada vez que tocaba el riego a las parcelas de la zona baja del Cañar.


Balsa del Cañar.
Fotografías: propias

Detalle de los muros de la Balsa del Cañar.
Fotografía: propia

Las aguas sobrantes del riego de esta zona, campos de olivos, almendros, algunas cepas de vid, y cerezos, van a parar al manantial de Donace, donde se junta con las aguas procedentes  de otro manantial a fin de regar las huertas situadas debajo de la población. Para ello las aguas cruzan el barranco del Cañar a través del acueducto de Donace, de un solo ojo, zona actualmente habilitada para uso público donde también encontramos la Fuente de Donace.



Diferentes prespectivas del acueducto de Donace.
Fotografías: propias

Aguas cruzando el barranco del Cañar por el acueducto de Donace.
Fotografía: propia

Fuente de Donace.
Fotografía: propia.

Podemos degustar el agua de gran calidad de esta fuente, donde es habitual ver a los habitantes de las proximidades recogiendo este agua. Desde este punto el agua es canalizada hasta abocar en la Balsa Mayor o Balsa del Huerto de Montón, en el extremo oriental de la localidad a un centenar de metros al Sureste, desde donde se inicia el riego hortícola de la partida de Huerta Mayor. En uno de los derramadores del embalse se localizaba el Lavadero del Cañar, hoy anegado y del que sólo se aprecia una losa.

La colada se hacía directamente en la acequía hasta el año 1932, fecha en la que se construyó el actual lavadero junto al acueducto de Donace.

Lavadero junto al acueducto del Cañar,
el agua que cruza el barranco del Cañar por el acueducto entra en el lavadero.
Fotografía: propia

Interior del lavadero.
Fotografía: propia

Salida del agua del lavadero por la acequia hacia la localidad de Algimia de Almonacid.
Fotografía: propia

En el tramo final las aguas eran canalizadas por la acequia que discurría por la actual calle de la Balsa, hasta  alcanzar la Plaza del Olivo (actual Plaza de la Fuente), donde se ubicaba la Balsa de Olivo, un gran depósito de agua, actualmente desmantelado.
A finales del siglo XIX, al mismo tiempo que la balsa se convertía en una plaza, se construyó la balsa Montón, pero aún se conservan recuerdos del anterior sistema, como el cárcabo, pasadizo situado en una casa de una de las calles que desemboca en la plaza de la Fuente, por el que las aguas de lluvia eran dirigidas hacia la antigua balsa.

Aparte de estos dos importantes recursos hidráulicos, y dada la abundancia de agua en el actual término de Algimia de Almonacid, se establecieron alrededor de numerosas fuentes y barrancos menores otros microsistemas de riego, muchos ya abandonados aunque con todos sus elementos bien conservados.


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