Si retrocediéramos en el tiempo a la cima de La Rápita, nuestros ojos se deslumbrarían con la nieve en pleno invierno vistiendo todas sus laderas. Estas laderas eran ideales para construir grandes dispositivos para mantener el hielo y poder disponer de él cuando se necesitara.
En una zona bastante conocida llamada “Mas de Taire”, zona cercana a la cima de La Rápita, podemos ver los restos bien conservados de lo que fue la Nevera de Cuatro Caminos o Villamalur, una de las cinco neveras de la Sierra de Espadán y la más grande de todas.
Nevera de Villamalur o Cuatro Caminos. Fotografía propia. |
De nieve a hielo
En la dura vida en la montaña en el siglo XVII, la nieve fue un bien que se comercializaba a buen precio en los lugares donde no se podía obtener de modo natural. La conservación de la nieve la realizaban los neveros, así se les llamaba a las personas que almacenaban la nieve en estas neveras.
Ilustración. Fuente: www.agricultura.gva_.eswebpn-serra-d-espadahistoria.jpg |
Cortaban la nieve con palas y la llevaban a los pozos, la pisaban para compactarla con la finalidad de disminuir el volumen ocupado y para conservarla más tiempo en forma de hielo. Después, se cubría con tierra, hojas, paja o ramas formando capas de un grosor homogéneo.
Nevera. Procesos de trabajo ilustrados por el Museo Valenciano de Etnología |
Para extraer el hielo se cortaban bloques de dicho material y se transportaban a lomos de caballos o burros durante la noche, para el máximo su deshielo. El hielo era llevado hasta los puertos o núcleos urbanos más cercanos donde se comercializaba para su uso en la conservación de pescado, en refrescos, con fines farmacéuticos, etc.
Detalles de los muros y puerta. Fotografía: propia |
Profundidad de la nevera. Fotografías: propias |
Restos de tejas en las proximidades de la nevera. Fotografía: propia |
Fuente: https://eduwp.edu.gva.es/patrimonio-cultural/ficha-inmueble.php?id=14022&lang=es |
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