Me quedo aquí

 

Libre Sancho Martínez (Sierra de Bernia)

                                                                      Foto sacada de www.wikipedia.com

 Es una sierra con un enclave magnífico. Cuenta con una temperatura idílica durante casi todo el año, gracias a la cercanía del mediterráneo, que suaviza las temperaturas promedio tanto en invierno, que alcanza los 14 grados, como en verano, que está en torno a los 27 grados, dejando una media anual de 20 espléndidos grados centígrados. Además, la Sierra de Bernia está rodeada de otras montañas, eso hace de pantalla y consiguen aislarla de frentes fríos. Es por eso que tantos extranjeros vienen de turismo y muchos de ellos terminan quedándose enamorados de la zona

 El clima es cálido, pero agradable y apenas llueve unos 30 días al año. Yo, de todas las veces que la he visitado, no solamente no me ha llovido nunca, sino que todos los días han sido soleados. Incluso en invierno, he llegado a quedarme en camiseta corta. La única pega que puedo decir es que sobre todo los veranos, al ser tan cálidos y secos, la humedad del combustible muerto es muy baja y hay una alta probabilidad de incendios.

 Por otro lado, la parte buena, es que después de una jornada de ruta, puedes acabar en el mar en escasos 20 minutos y disfrutar de playa y montaña. Para qué elegir si puedes tener las dos. Mi consejo y las que más frecuento en Altea son, la playa Cap Negret, muy cerca de un bunker que hay pegado al mar y muy recomendable, la solsida, la del Mascarat, al norte de la ciudad o la cala del médico en la zona de Albir y si prefieres ir a Calpe, me encantan la cala Calalga, seguida de la caleta, la de les Bassetes, casi saliendo del término municipal de la ciudad por el norte y mi favorita, la cala el Racó, pegada al precioso Peñón de Ifach por la cara oeste.

 Si hay algo en mi vida de lo que puedo estar más orgulloso, es haber nacido y crecido en la costa alicantina. Es su buen tiempo, la cantidad de rayos de sol y sus bonitas vistas, lo que me da la paz, felicidad y resistencia necesaria para aguantar la ajetreada vida urbana, aparte de estresada rutina del día a día en la ciudad. Sé que, para muchos, tanto calor puede llegar a ser demasiado agobiante, pero a mí en particular me da la vida y yo “me quedo aquí”.