MEDIO NATURAL UN ESPACIO COMPARTIDO: CAMINANDO ENTRE GIGANTES

Por muchas visitas que hagamos a una fraga, esta nunca será igual. Los colores que mandan en cada estación del año cambian totalmente el paisaje.

Todas las estaciones del año tienen su esencia, pero en la que nos encontramos ahora mismo, el otoño, transforma el paisaje. Es la estación del color, de los tonos amarillos, ocres y rojizos que se marcan todavía más con las puestas de sol. El suelo se cubre de un manto de hojas por el que caminaremos en busca de castañas y setas. Será también la época perfecta para recoger algunas de esas hojas y hacer un muestrario o alguna manualidad con los niños, esto les ayuda a reconocer la forma y reconocer el árbol.

Aunque ya hemos hecho muchas “rutas” en esta fraga y ya se lo he explicado muchas veces, a mis hijos les encanta que siempre les vaya diciendo el nombre de los árboles y les explique si son árboles de hoja caduca o perenne, de hecho, algunos ya pueden reconocerlos. Me encanta observar sus caras mientras les explico que están vivos, que respiran a través de sus hojas y que se relacionan entre sí mediante una red subterránea de hongos que los conectan entre ellos, como si fuesen cables. Y lo entienden? Si, porque ya conocen el nombre de algunas setas también.

A continuación, os mostraré fotos de algunas de las especies presentes en los diferentes mantos que encontraras mientras disfrutas de una tarde libre en plena naturaleza. Aunque los auténticos protagonistas siempre serán los robles y castaños, son las joyas naturales del bosque. Cuando los ves te das cuenta de que llevan allí mucho tiempo, que son veteranos de la vida en el bosque.

En esta época otoñal, debido a la caída de las hojas podremos disfrutar de más luz en el bosque y observar sus espectaculares formas y tamaño de sus troncos, formados durante años.

- Roble común (Quercus robur L.), siempre en el trono forestal, es el árbol más abundante. Puede llegar a alcanzar 40-50m y su temperamento es robusto.