Ruta al nacimiento del río Cuervo en Cuenca.
Es sin duda un punto precioso de la increíble naturaleza que tiene la provincia de Cuenca. Una de las provincias más desconocidas junto a su vecina Teruel, y que tienen mucho, pero mucho que enseñar. Aquí nos centramos en el nacimiento del Río Cuervo. Y bueno, ver dónde nacen las aguas de un río es siempre algo genial.
La ruta comienza en el mismo parking por el sendero de madera habilitado. Es un lugar muy famoso y conocido, por lo tanto, ha perdido su encanto natural para poder acomodarlo a todo tipo de públicos.
A los pocos minutos llegaremos al punto principal, más bonito y famoso. Se trata de las chorreras del río cayendo en forma de multitud de pequeñas cascadas. Es particularmente bonito la fuerza del verde y cómo el agua ha formado este lugar a capricho en forma de pequeños manantiales.
El modelado kárstico del Río Cuervo.
La ruta para visitar el nacimiento del Río Cuervo continúa siguiendo el curso del río de ascenso. El camino sigue siendo muy bonito, pudiendo disfrutar de las aguas cristalinas del río Cuervo. Estas aguas provienen del interior de la roca. A lo largo del tiempo el agua ha discurrido por las fracturas del interior creando su propia galería subterránea, y que en algún punto, acaba saliendo a la superficie.
Antes de llegar al nacimiento, veremos una enorme pradera al Sol. Este es el mismo punto de regreso por el camino oficial por el otro lado del río y también veremos el cartel de «Sendero de la Turbera» por que el volveremos nosotros.
Dónde afloran las aguas del Río Cuervo
Al poquito de cruzar la pradera llegarás al mismo nacimiento. Se trata de un paso de rocas abiertas que dejan salir el agua que ha cruzado el interior de la montaña.
Para verlo tienes que subir a un pequeño mirador en el que caben pocas personas. Es particularmente bonito, principalmente por el color y las tonalidades del agua junto a la vegetación. De hecho hay un pequeño micro clima en la zona por la abundante humedad. Esto permite que florezcan especies muy concretas en el lugar, como por ejemplo las orquídeas.
Cruzando el bosque por el Sendero de la Turbera
Finalmente y como nos ha sabido a poco, decidimos volver por este sendero, situado en la misma pradera. Es un pequeño desvío por el bosque de unos 15 o 20 minutos. El sendero viene marcado por palos oficiales y cruza por una cueva y un pantano «invisible».
Simplemente, este pantano o «turbera» es un humedal el que se acumulan restos de vegetación, pero por el fondo esta húmedo aún. Pone en el cartel que no se puede cruzar porque el terreno está blando. Os mentiría si no dijera que metí el pie para comprobarlo…
Y bueno, en ese punto llegaremos al camino de regreso oficial y al mismo parking que podrá fin a la ruta para visitar el nacimiento del Río Cuervo. Toda la zona está perfectamente acondicionada, con mesas para hacer un buen picnic. ¡En nuestras excursiones no puede falta uno! ¡Hasta la siguiente exploradores! 😉
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