Del Corazón y la Vida, al Cielo

 En lo profundo de la Sierra de Corbera, entre los senderos serpentinos y los bosques ancestrales, se encuentran dos fuentes misteriosas que han cautivado a los habitantes de la región desde tiempos inmemoriales: Les Fontanelles y la Font del Senill. Estas fuentes, con sus aguas cristalinas y su entorno tranquilo, son más que simples manantiales; son oasis de serenidad y misterio en medio de la naturaleza.

Les Fontanelles es una fuente encantadora que brota suavemente de la tierra, alimentando arroyos que serpentean a través del paisaje. Sus aguas frescas y cristalinas son como un bálsamo para el alma, reflejando la pureza y la belleza del entorno natural que la rodea. Aquí, entre los susurros del viento y el canto de los pájaros, uno se siente transportado a un mundo de calma y paz interior.

Por otro lado, la Font del Senill es un manantial mágico que parece brotar directamente del corazón de la montaña. Sus aguas, que fluyen con una fuerza poderosa y constante, han sido veneradas durante siglos por su supuesta capacidad para curar el cuerpo y el espíritu. Se dice que aquellos que beben de sus aguas son bendecidos con la salud y la fortaleza, y que sus deseos más profundos se hacen realidad.

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Pero lo más fascinante de estas fuentes es la leyenda que las rodea. Según cuenta la tradición oral, los Monjes del Monasterio de la Murta, antiguos guardianes de la sabiduría y la espiritualidad, solían realizar peregrinaciones mensuales a Les Fontanelles y la Font del Senill en busca de inspiración y conexión con lo divino. Se decía que las aguas de estas fuentes tenían propiedades espirituales únicas, capaces de abrir los corazones y las mentes de aquellos que las bebían.

Se cuenta que en una noche de luna llena, un grupo de monjes se reúne en la Font del Senill para realizar un ritual sagrado de purificación. Mientras cantaban himnos de alabanza y ofrecían sus oraciones al cielo, las aguas de la fuente comenzaron a brillar con una luz misteriosa, iluminando el valle con su resplandor celestial. Fue un momento de profunda comunión con lo divino, una experiencia que los monjes atesoraban en sus corazones para siempre.

Hoy en día, aunque los monjes ya no peregrinan a estas fuentes sagradas, su legado perdura en las historias y leyendas que se transmiten de generación en generación. Les Fontanelles y la Font del Senill continúan siendo lugares de belleza y misterio, recordándonos la conexión eterna entre el hombre y la naturaleza, entre lo terrenal y lo divino.

Un paraiso en la sierra de Corbera