El Moby Dick Alicantino

El Moby Dick Alicantino

 Desde mediados del siglo XIX, las aguas cercanas a la isla de Tabarca, en la costa alicantina, han sido escenario de avistamientos de grandes cetáceos, incluidos balénidos y cachalotes. Un informe destacado del 4 de febrero de 1865 documentó el encuentro entre pescadores de Tabarca y un cetáceo de gran tamaño, que había arrastrado redes de pesca. Este encuentro fue seguido por otro reporte el 5 de marzo, detallando que el cetáceo, identificado posiblemente como un cachalote de 9 metros de largo y con una cabeza de 110 kg, fue hallado con heridas en las playas de Melilla.

Durante las siguientes dos décadas, se reportaron más avistamientos de grandes criaturas marinas en la zona. Una anécdota notable proviene de un residente de la isla, José Manzanaro, quien relató cómo su abuelo y un compañero, mientras pescaban calamares, se encontraron con una ballena de grandes dimensiones que emergió cerca de su pequeña embarcación, causando un gran susto pero desapareciendo tras arrojar la pesca al agua.