"En el año 2000 visité por
primera vez el pirineo navarro. Lo que primero me llamó la atención fue el poco
tránsito de vehículos por la zona. Era una sensación que no llegué a comprender
ya que en tantos otros lugares visitados suele ser lo contrario. Venía del
pirineo aragonés y pretendía quedarme unos días en el pirineo navarro con el
objetivo de visitar por primera vez la Selva de Irati. Comencé parando en el
pueblo de Roncal, famoso por sus quesos. Allí entre en la oficina de turismo y
hay que ver que profesionalidad y atención que tuve. Me preguntaron de donde
venía y a donde iba y automáticamente me detallaron en un plano toda la gama de
posibilidades a realizar durante mi estancia en aquella zona. Al despedirme me
dijeron "Que tengas una buena estancia por estas tierras". Esta
frase, "me llegó"; hizo que me sintiera como que era bienvenido en
aquellas tierras.
Jorge disfrutando de un atardecer en Irati |
Siguiendo mi camino en busca de la selva, paré en Orbara a
comer y la dueña del local muy educada me preguntó casi parecido a la chica de
la oficina de turismo. Al estar este pueblo más cerca de mi objetivo, la mujer
me describió con más detalle lo que podía ver e incluso el momento del día más
óptimo ya que el sol marca muy bien las escenas de luces y sombras. Vi el río
Irati que bajaba muy caudaloso y me gustó mucho el ver que las orillas no se
veían debido a la gran cantidad de vegetación existente.
Adentrando en la "Selva" |
Continuando el viaje
paré en el pueblo de Orbaiceta y visité la antigua fábrica de
armas (me lo recomendó la chica del restaurante) y de allí al albergue que hay
antes de llegar a la selva a por una habitación. En el albergue más de lo
mismo, mucha educación, información e incluso interpretación. A la mañana
siguiente llegué a la Selva de Irati donde había una garita para acceder a la
misma y unas vigilantes se anotaron la matrícula del coche y me dieron varias
indicaciones a seguir para la protección del entorno que iba a pisar así como
los horarios. Decir que esta selva es la segunda más importante de europa en
cuanto a hayas se refiere. Entre la información escrita que había recibido, la
información oída que me habían contado y las ganas con las que iba a ese
lugar; no daba crédito lo que mis ojos estaban viendo de la grandiosa belleza
de aquel lugar. Visité el Santuario Virgen de las Nieves y me acorde de lo que
me informaron sobre la luz de los rayos del sol. Para ver esto, me senté junto
a una haya y deje pasar el tiempo esperando a que el sol cayera. Chulísimo
recuerdo tengo de aquello y tan contento quedé que a los dos años volví para
mostrárselo a otras personas.
Noté enseguida que la población
local de aquellas zonas sabe lo que tiene, saben lo que quieren y lo mejor es
que lo saben transmitir al visitante sin muchos romances."
A lo largo de estos dos años de estudiar Gestión de Recursos me he dado cuenta al intimar con mis compañeros de que no ha sido un puro trámite,de que todos compartíamos la misma ilusión a pesar del esfuerzo, pero ahora que se acaba me queda una sensación de vacío, de tristeza al comprobar que por culpa de la ineptitud y otras cosas va a ser muy dificil que esto tenga continuidad cuando más falta le hace al medio ambiente. Gracias compañeros por estos años tan intensos que nos han demostrado que la vida es algo más.
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