RESERVA DE MUNIELLOS (Reserva de la Biosfera)
- Introducción
Recorrido a través del corazón de Muniellos. Profundos bosques de centenarios árboles conforman un espectacular bosque de galeria amenizado con el discurrir de la las tranquilas aguas del Río Tablizas. Para culminar ascenderemos hasta las oscuras aguas de las lagunas de La Isla, Fonda y la Grande.
El recorrido original es circular y de unos 20km, además disponemos de la opción de coger un sendero adicional de unos 3km más y ascender a las laguna. En nuestro caso, ante la falta del tiempo necesario para realizar todo el recorrido, escogemos la opción de andar y desandar los últimos 7km de la ruta circular. También ascenderemos a la primera de las lagunas (de La Isla). De este modo, la distancia de ida será de 8km más los 8km de vuelta.
El recorrido original es circular y de unos 20km, además disponemos de la opción de coger un sendero adicional de unos 3km más y ascender a las laguna. En nuestro caso, ante la falta del tiempo necesario para realizar todo el recorrido, escogemos la opción de andar y desandar los últimos 7km de la ruta circular. También ascenderemos a la primera de las lagunas (de La Isla). De este modo, la distancia de ida será de 8km más los 8km de vuelta.
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| Mapa de la ruta circular a Muniellos. 20K. |
- Características
Longitud. 15,4km
Duración aproximada sin paradas. 5h40min
Elevación. 645m
Cota máxima. 1328m Cota mínima. 655m
Dificultad. Media.
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| Enlace con el Track en Wikiloc http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8140053 |
- Lugares de interés
Centro de Recepción de Visitantes de las Tablizas, Río Muniellos, Lagunas.
Fuera del Parque: Santuario del Acebo, Cueto de Arbas y Valle de Naviego, Hayedo de Monasterio de Hermo, Cecos y San Antolín de Ibias, Ambasaguas y La Capilla del Carmen. Cortines
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| Cortín a la salida de la reserva |
- Recomendaciones
Equipación adecuada para el senderismo adaptada a la época del año y las condiciones climatológicas.
Solicitar con suficiente antelación la autorización para acceder a la Reserva. Solo acceden a la Reserva integral 20 personas al días. El plazo de reserva se abre el 15 de diciembre del año anterior y se deberá confirmar la visita entre 23 y 15 días antes de la fecha, sino será anulada. Al realizar la solicitud de deberá aportar nombre y dni.
Si queremos realizar la ruta circular deberemos llegar a primera hora.
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| Vista general del bosque de Muniellos |
- Cómo llegar
Debemos dirigirnos a Cangas de Narcea (población más importante de la zona). Tomaremos la carretera AS-29 hasta el devío con la carretera AS-15, que seguiremos hasta el pueblo de Posada. En esta población tomamos un desvío a la derecha, señalizado "Muniellos". Encontraremos un desvío a mano izquierda señalizada como "Reserva" que seguiremos hasta el Centro de Recepción de Visitantes.
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| Ejemplar centenario de haya (Fagus sylvatica) a la entrada de la reserva |
- Itinerario
Visita la Centro de Recepción de Visitantes de las Tablizas. La Forestal resultó ser una empleada encatadora, conocedora de la zona y que no dudará en haceros las mejores recomendaciones posibles.
El sendero parte del mismo Centro de las Tablizas a través de un sendero adaptado mediante una pasarela de madera de unos 800 metros. Al finalizar comienza un camino que discurre junto al río a lo largo de 4km aproximadamente. Durante el trazado cruzaremos por varios puentes de madera sobre las agitadas aguas del riachuelo que atraviesa la Reserva.
Podemos observar grandes ejemplares de Quercus y hayas, zonas rocosas en la que con suerte (fue nuestro caso) se puede observar algún rebeco, el río habitado por nutrias y truchas y frecuentado por el tímido mirlo acuático.
Llegamos a un punto, tras el tercer arrollo, en que el sendero inicia un continuado ascenso, dejando el río ladera abajo. Tras 3 kilómetros de ascenso llegamos al cruce Tablizas-Lagunas.
La subida se puede volver ciertamente dura, así que vale la pena hacerlo con calma y disfrutar verdaderamente del entorno.
En el cruce tomaremos el camino de la izquierda dirección las Lagunas. A 1km de distancia llegaremos a la Laguna de la Isla. Las lagunas, rodeadas de altas paredes, se encuentran en una especie de poza de profundas aguas color verde esmeralda.
Este entorno resulta misterios y sorprendente. Su calma tiene la capacidad de trasportarte a algún lugar muy alejado de toda civilización, cuando en realidad estamos a pocos kilómetros de cualquier población.
Tras comer contemplando las magníficas vistas y disfrutando de la tranquilidad y el silencio de un espacio con tan poca afluencia.
Resulta verdaderamente dificil ver cualquier tipo de fauna, aunque tuvimos la suerte de cruzarnos con una ardilla roja y observar un rebeco. En cambio tanto la vegetación como el reino fúngico se encuentran ampliamente representados. Aún así, si no somos unos expertos botánicos, el entorno, el ambiente y la atmósfera que se respira resultan únicos e inimitables por la mano del hombre. Resulta un espacio casi virgen ejemplo museístico de la verdad del bosque.
Volvemos sobre nuestros pasos descendiendo a toda velocidad ya que en octubre la reserva cierra a las 18:30 y debemos de llegar a tiempo.
Abandonamos el lugar con la certeza de haber descubierto un tesoro celosamente guardado por el Gobierno de Asturias. Pocos son ya los espacios que realmente pueden considerarse naturales. Este es sin lugar a dudas uno de ellos. Un lugar protegido por su alto interés para el interés público, uno más de los pulmones de nuestro país, refugio faunístico como pocos, muestra de la correcta gestión entre la conservación y el uso público, ejemplo a seguir de cara a la gestión de otros parajes que estamos obligados a proteger si no queremos desprendernos de los tesoros de que disponemos.
Podemos observar grandes ejemplares de Quercus y hayas, zonas rocosas en la que con suerte (fue nuestro caso) se puede observar algún rebeco, el río habitado por nutrias y truchas y frecuentado por el tímido mirlo acuático.
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| Instantanea junto al Rio Muniellos |
Llegamos a un punto, tras el tercer arrollo, en que el sendero inicia un continuado ascenso, dejando el río ladera abajo. Tras 3 kilómetros de ascenso llegamos al cruce Tablizas-Lagunas.
La subida se puede volver ciertamente dura, así que vale la pena hacerlo con calma y disfrutar verdaderamente del entorno.
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| Espectacular estampa de ecosistema rio-bosque |
En el cruce tomaremos el camino de la izquierda dirección las Lagunas. A 1km de distancia llegaremos a la Laguna de la Isla. Las lagunas, rodeadas de altas paredes, se encuentran en una especie de poza de profundas aguas color verde esmeralda.
Este entorno resulta misterios y sorprendente. Su calma tiene la capacidad de trasportarte a algún lugar muy alejado de toda civilización, cuando en realidad estamos a pocos kilómetros de cualquier población.
Tras comer contemplando las magníficas vistas y disfrutando de la tranquilidad y el silencio de un espacio con tan poca afluencia.
Resulta verdaderamente dificil ver cualquier tipo de fauna, aunque tuvimos la suerte de cruzarnos con una ardilla roja y observar un rebeco. En cambio tanto la vegetación como el reino fúngico se encuentran ampliamente representados. Aún así, si no somos unos expertos botánicos, el entorno, el ambiente y la atmósfera que se respira resultan únicos e inimitables por la mano del hombre. Resulta un espacio casi virgen ejemplo museístico de la verdad del bosque.
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| Acebo (ilex aquifolium) |
Volvemos sobre nuestros pasos descendiendo a toda velocidad ya que en octubre la reserva cierra a las 18:30 y debemos de llegar a tiempo.
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| Uno de los ejemplares con oquedad antaño usados por pastores para resguardarse |
Abandonamos el lugar con la certeza de haber descubierto un tesoro celosamente guardado por el Gobierno de Asturias. Pocos son ya los espacios que realmente pueden considerarse naturales. Este es sin lugar a dudas uno de ellos. Un lugar protegido por su alto interés para el interés público, uno más de los pulmones de nuestro país, refugio faunístico como pocos, muestra de la correcta gestión entre la conservación y el uso público, ejemplo a seguir de cara a la gestión de otros parajes que estamos obligados a proteger si no queremos desprendernos de los tesoros de que disponemos.
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