Los eucaliptos, un extraño habitante que la naturaleza no habia invitado.

quinientos metros de eucalipto se extienden hasta la cercana playa de Gandia formando una arboleda rodeada por dos acequias. El eucalipto es un árbol que consume enormes cantidades de agua y sus hojas son muy antisépticas, por lo que tardan mucho en descomponerse impidiendo la formación de suelo vegetal; es por tanto un árbol que perjudica mucho su entorno, por lo que sorprende su presencia tan abundante, lo que justifica que durante las tareas de restauración en la marjal de Borrons se trocea 400 pies de esta especie.

Pues parece que fueron introducidos en el marjal en los años sesenta por ICONA con el tímido objetivo, según las malas lenguas, de hacer un experimento de desecación parcial del humedal.

Entre los largos troncos de los árboles a la izquierda descubriremos la mayor extensión de marjal virgen de todo el conjunto, las Galerasses, donde interminables láminas de agua rodeadas de vegetación se extienden hasta el término de Xeraco, donde se pierde la vista. Por la derecha es sorprendente la gran cantidad de agua con que cuenta el Escurridor, un ramal de la acequia de Ripoll que recibe la aportación de la acequia Travessera, con nacimiento en el río Vaca en Xeraco. Al mismo río nace también la próxima acequia que nos encontraremos, la del Auir, Avir o UIR; construida por los árabes con el fin de vaciar el exceso de agua y permitir los cultivos, atraviesa las marjales durante 7 kilómetros hasta unirse en la zona de la universidad del Grado en las acequias Nueva y del Rey para desembocar en el puerto, todo justo detrás de la iglesia de San Nicolás.

A pesar de lo nocivo que puede ser este árbol para la marjal debemos aprender a convivir con el, y es innegable que hoy en día no se percibe la marjal sin los eucaliptos y que hacen un función de barrera ecológica entre las dos zonas de la marjal y tampoco podemos ignorar que crean un agradable ambiente cuando pasea por sus dominios, este es un tema delicado ya que no podemos hacer nada para quitar estos arboles, debemos esperar y confiar que las administraciones tomen conciencia y propongan un plan al respecto, mientras tanto los visitantes vamos haciendo camino y nos guste o no el camino pasa por convivir con estos arboles con un caracter algo especial.