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lunes, 10 de agosto de 2015

Un atardecer precioso, la tranquilidad de Marympoey y el vino del Jurançon

Una tarde del mes de julio, con los Pirineos franceses como testigos de estas letras escritas con Nico durmiendo en sobre mis piernas, el día ha sido completo no solo para Carmen y para mí si no también para Nico que está cansado de tanto jugar con Iraty. Siempre me han sorprendido los atardeceres en Marimpoey, el sol se va a dormir y nos deja unos tintes de color naranja sobre los campos de vid y los nutridos bosques de robles.

El primer día de nuestras esperadas vacaciones no nos defrauda, después de reponer fuerzas cenando y tras el descanso de la primera noche lejos de los ruidos, nos espera uno de los momentos más importantes en Marimpoey: el desayuno frente a los Pirineos (y es cierto allí están, hoy se han despertado para nosotros y se permiten ver). Un desayuno completo, a este no se le puede llamar "petit-déjeuner"; los yogures y mermeladas que con cariño ha preparado Marie-Claude acompañan al pan y croissant recién hechos de la panadería de Monein. El plan del domingo está ya pensado, ayudar un poco en casa, visitar una bodega (posteriormente veremos que es "LA BODEGA") y comer en Navarrenx.

La bodega resulta ser la de Charles Hours, un bodeguero, un agricultor apasionado y orgulloso del trabajo bien hecho, que nos enseña sus pequeños secretos él mismo: Uroulat, allí donde se maduran unos de los mejores caldos de la denominación de origen Jurançon. Sus explicaciones, en un prefecto Francespañol, nos hicieron acercarnos más a la realidad de estos caldos que, como él mismo nos contaba, se hacen con la regla de las 4 P: Pyrénées, patience, passión y part (el clima y las características de la zona marcada por los Pirineos, la paciencia del agricultor, la pasión del enólogo y estos vinos son caldos muy ricos para compartir con los amigos), así se consiguen unos magníficos vinos blancos, madurados en barricas de roble francés que, como nos decía Charles: "Los vinos del Jurançon enamoran a las mujeres y hacen más atrevidos a los hombres".

Navarrenx es una localidad situada en los Pirineos Atlánticos en la región de Aquitania. Es una de las ciudades más antiguas de la región con fortificaciones que fueron un ejemplo casi único en Francia en el siglo XVI. Ya en el siglo XIX Navarrenx perdió su papel de defensa de la frontera española por su lejanía, pero lo que no dejó de ser es una etapa importante del Camino a Santiago de Compostela. El camino más frecuentado de los caminos europeos pasa por Navarrenx y así podemos verlo incluso en los baños del restaurante donde tuvimos el placer de comer, la Taverna de Saint-Jacques.

Luego fuimos acompañados por Marie-Claude y Santiago a visitar los miradores o, como en la región se les conoce, tablas de orientación que desde las planicies interpretan perfectamente los Pirineos franceses. De vuelta a Marimpoey tuvimos la visita de unos vecinos con los que compartimos una horchata que había viajado desde Valencia para ser compartida con los amigos franceses.




Otra vez cae la tarde en Marimpoey, es un momento mágico... mañana comienza nuestro viaje hacia el norte de Francia.


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