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martes, 20 de octubre de 2015

DESCUBRIENDO LA TINENÇA DE BENIFASSÀ


El pasado puente de Octubre, decidimos pasar unos días en contacto con la Naturaleza. Nuestra primera parada antes de llegar a nuestro destino fue una visita rápida a Morella. Allí ya empezamos a disfrutar del encanto de la zona y aprovechamos para comprar algunas provisiones y detalles a base de productos típicos de esta población (paté de jabalí, mistela, vino, queso, jamón...). Acto seguido nos dirigimos hacia la Colonia Europa, un alojamiento rural en Fredes. Allí nos instalamos la noche del viernes y los dueños nos recibieron con una suculenta cena casera a base de productos autóctonos.

A la mañana siguiente, nos acercamos en coche hasta el Pinar Pla desde donde iniciamos nuestra primera ruta. Ruta circular que asciende hasta el Tossal dels Tres Reis, donde se encuentra un punto geodésico (1.356 m), justo en el vértice donde concluyen las tres comunidades autónomas (C.Valenciana, Aragón y Cataluña).


Una vez en el coche, regresamos a la Colonia Europa para reponer fuerzas donde volvimos a degustar una suculenta comida típica de la zona. Para este día, decidimos buscar alojamiento en una casa rural en el Boixar, otra pequeña población con encanto.


La mañana del domingo, realizamos una salida en grupo desde Fredes encabezada por un guía del parque natural, que incluía explicación de la fauna y flora de esta zona. En esta ruta, dura por su gran desnivel, visitamos “El Portell de l’Infern”, “Salt de Robert” y “Mas del Peraire”. Destacar la increíbles vistas que nos deparaba el entorno a medida que íbamos cogiendo altura. Impresionantes panorámicas con las diferencias de cromaticidad de color entre los pinares en combinación con los hayedos, típico del otoño.


Para nuestra tercera noche, fuimos invitados al “Mas de Tana i Rosa”. Espectacular cena y mejor compañía con unos anfitriones de lujo. Partidas de parchís, mistela, música clásica, noche lluviosa, lumbre e infinidad de anécdotas para el recuerdo.




El despertar de nuestro último día en la Tinença, fue con una agradable sensación de humedad que había dejado la lluvia de esa noche, mezclada con los rayos de sol que empezaban a asomar entre los árboles de la montaña. Al haber llovido tanto, decidimos retrasar el inicio de la ruta en espera de que se secase un poco el terreno. Nos dirigimos hacia Castell de Cabres, donde nos esperaba un señor almuerzo en el bar La Espiga, curioso lugar donde, gracias a la confianza de los dueños con Tana, Rosa y Albert, son ellos los que eligen lo que va a salir a la mesa, en lugar de hacerlo los comensales.


Tras el contundente almuerzo, cogimos el coche hacia el Coratxar desde donde iniciamos nuestra última ruta, encabezada por nuestro gran amigo y guía de lujo Albert, gran amante y experto de la montaña, especialmente de esta zona. Esta ruta, muy recomendable al igual que las anteriores, fue impresionante por sus vistas y encanto del paisaje, pero además contó con el aliciente de la visita a cuatro árboles monumentales: “El Cadec”, “La Uela Carrasca”, “El Pi de les Dotze Branques” y “El Pi Pichi”. Cada uno de ellos, cuenta con un encanto especial que los hace únicos en muchos sentidos.


Aquí podríamos decir que estaría el punto y final de nuestro viaje pero, las ganas de más con las que nos ha dejado este paraje harán que sea un punto y seguido, ya que estamos buscando fecha en nuestro calendario para volver y seguir DESCUBRIENDO LA TINENÇA DE BENIFASSÀ…



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