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domingo, 6 de marzo de 2016

La refrigeración artesanal

En la Sierra de La Pila quedan restos de algunos Pozos de la Nieve, localizados al pie del Pico de los Cenajos, cerca del Mojon de las cuatro Caras.

Estos pozos de nieve se construyeron en el siglo XVII, para obtener depósitos de hielo, mediante la acumulación de nieve en su interior durante el invierno, con el fin de hacer frente a las demandas de este eficaz conservador de alimentos y refrescos ante los fuertes calores del verano, utilizándose incluso para tratar algunas enfermedades.





Los pozos se ubicaron en zonas de umbría, donde la insolación es menor, construyéndose en parte excavados sobre los depósitos de ladera aprovechando la pendiente para una mejor evacuación del agua de deshielo. Eran construcciones cerradas, de forma cilíndrica el cuerpo del pozo y con una cubierta cónica, que sólo estaba abierta al exterior por una o dos puertas para llenar y vaciar el pozo, y unos pequeños orificios en la base para dar salida al agua de deshielo de su interior. Los materiales empleados en su construcción fueron la piedra, arena, cal viva, yeso, madera, etc.






Los “neveros” eran los trabajadores de la nieve que para obtener el hielo recogían la nieve y la introducían en los pozos, compactándola hasta transformarla en un gran bloque helado, separado por varias capas de esparto, para obtener placas del grosor adecuado, que después cortaban en pequeños bloques, que envolvían a su vez con esparto para su conservación y los transportaban en mulas a los pueblos y ciudades de la comarca para su comercio.

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