En tal sugestivo escenario
una doncella es el personaje principal de un sortilegio que la convierte en
celosa guardiana de tesoros encerrados por los moros en una cueva del abrupto
barranco, ante su inmediata expulsión.
La tradición ha recogido lo
que la imaginación ha ido tejiendo durante siglos y la aparición de la joven
encantada cada 100 años, es una correcta fantasía que rodea y acompaña a los
visitantes por el toll del Gorg del Salt, la zona más visitada del barranco.
No han caído en el olvido los
ecos moriscos que resuenan por los valles de Planes, Seta y Ebo, que fueron
caminos de destierro para forzarlos al exilio y de esperanza para los
repobladores que ocuparían las propiedades abandonadas. Muchos de estos
vinieron de Mallorca y así el “Camí dels mallorquins” cruza el Barranc de
l’Encantà muy cerca del Gorg del Salt.
No muy lejos se encuentra
Planes, sobre las faldas de un cerro, el pueblo asciende de forma desordenada
entre callejuelas y casa. Lo rodean los restos de lo que fueron la importante
fortaleza del Caudillo Al-Azraq.
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