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miércoles, 1 de junio de 2016

Tradiciones y gastronomía


    Empezamos por una de las costumbres más arraigadas en la zona. “La Matanza”, no de Texas, sino del cerdo.

   El cerdo ha sido clave años atrás para la alimentación de numerosas familias. La matanza era uno de los acontecimientos gastronómicos más importantes del año en Alcalá del Júcar y podría ser definido como la acción que consiste en matar al cerdo, así como las operaciones subsiguientes destinadas a la elaboración y aprovechamiento de la carne y otras partes del animal.


Fuente: jamonesesenciapura.com


    Aunque en algún tiempo constituyó el cerdo, por ser criado en los corrales domésticos, un alimento muy común en Albacete, en la actualidad, debido a una mayor variedad en la alimentación y a la industrialización de productos alimenticios, el cerdo cómo alimento básico ha quedado reducido, principalmente, a algunas zonas rústicas.

    La matanza constituye una tradición y una fiesta familiar. En ese día suele reunirse toda la familia y algunos vecinos que ayudan en las tareas. 

    Una vez se ha matado y limpiado el cerdo, es descuartizado, empezando entonces la labor que abarca desde la limpieza de las tripas, que posteriormente se utilizarán como recipiente donde embutir, hasta la mezcla de distintas carnes junto con especias para la elaboración de los embutidos. Los jamones y brazuelos se recubren de sal durante algún tiempo, transcurrido el cual se lavan y se dejan secar. A los pocos días de haber matado el cerdo se efectúa la “fritá”, operación que consiste en freír con gran cantidad de aceite parte del lomo, longanizas, morcillas, etc., para conservarlo en la orza, de la que se irán extrayendo poco a poco las “tajás” a lo largo de todo el año.

    La matanza se lleva a cabo durante los meses de invierno, ya que las bajas temperaturas favorecen la cura y conservación de los embutidos. Ya el refranero local lo advierte al decir “Por San Andrés mata tu res, grande, chica o como es”, debido a la Iglesia de San Andrés del pueblo. (San Andrés es el 30 de Noviembre).

    Entre las diferentes piezas que suelen elaborarse se encuentras las morcillas, longanizas, güeñas, perro, salchichón, chorizo, etc., y, a veces, el lomo se suele embuchar.

    La matanza se celebra habitualmente con una comida familiar, y es a mediodía cuando llegan la mayoría de los invitados. Se sirve una suculenta comida en la que casi nunca falta el “morteruelo” y por la noche cualquier plato al que siguen, inexorablemente, las primeras morcillas fritas.


Morteruelo. Fuente:elzurrondesancho.blogspot.com


   Para finalizar comentar que la cocina de Alcalá del Júcar, como toda la de la provincia de Albacete, se basa fundamentalmente en la calidad de sus materias primas y en el respeto a sus tradiciones.

   Entre los productos típicos de esta tierra encontramos la miel de romero, el aguardiente de Casas del Cerro, el aceite de oliva virgen, el azafrán y el vino.

   Los gazpachos, es el más conocido de los platos manchegos, preparados con carne de caza, sin olvidar el atascaburras, el moje, las migas ruleras y migas dulces, las gachas y las patatas a lo pobre, la olla de aldea, caldo de patatas con caracoles, arroz con serranas de monte y los cangrejos fritos.


Atascaburras. elplatotipico.blogspot.com / casaruralbodeguilla


    En Alcalá del Júcar, muchos de sus platos típicos están estrechamente relacionados con el calendario de fiestas y celebraciones, combinando lo mejor de la tradición manchega y mediterránea. De este modo, en Semana Santa, las pelotas de relleno y el potaje de ajo cobran un protagonismo especial.

   Entre sus dulces típicos destacan los hornazos en Semana Santa, los nuegados, en Navidad, las torticas de chicharrones y mantecados, los rollos de calabaza y la carne de membrillo y arrope, en otoño.

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