En este espacio nos encontramos ante la mayor duna de Galicia, que resalta
por sus dimensiones. Con más de un kilómetro de longitud, alcanza en los meses de invierno los veinte
metros de altura. Su anchura varía entre los 200 y 250 metros, aunque
antiguamente parece ser que era mayor. Se documenta que a finales del siglo XIX
superaba los 60 metros de altura.
La parte que está frente al mar es larga y tendida, mientras que hacia
el interior, sin vegetación que la contenga, avanza por la llanura a una velocidad
de cinco o seis centímetros cada año. Avanza de manera imperceptible de manera
contínua tierra adentro movida por los vientos predominantes que soplan del
mar.
Con título de esta entrada
no pretendo explicar la formación de una duna móvil, ni siquiera si se mueve o
no, sino que lo que pretendo es recodar el antiguo uso de este singular
enclave. Digo “uso” por ponerle un nombre, pues lo que aquí ocurrió durante
décadas fue furtivismo. Esta palabra tan de moda en los medios de
comunicación gallegos en los últimos años se asocia indudablemente al marisco,
pero en este caso es diferente. Hablamos de furtivismo de arena.
Un fragmento de una noticia publicada en La Voz de Galicia el 6 de noviembre
de 1987 describe: «No es extraño cruzarse, a partir de las nueve de la noche y hasta
bien entrada la madrugada, con tractores y camiones de distinto tonelaje y
procedencia que, tras cargar la arena, se alejan dejando un reguero en las
carreteras de la comarca».
Al principio he
comentado que en el siglo XIX esta duna llegó
a medir 60 metros de altura. Pero… entonces ¿dónde está la arena?
Las investigaciones
llevadas a cabo achacan la abultada pérdida de arena a las
continuas extracciones efectuadas por el sector de la construcción. Además, los
embalses reducen la llegada de arena a los ríos, a las playas y
consecuentemente a las dunas.
Los datos que
revelan que la altura del montículo se mantiene estable son una buena noticia,
sobre todo si se tiene en cuenta que la reducción de arena ha sido constante a
lo largo de los años.
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