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miércoles, 18 de noviembre de 2020

La caza de los bichitos emplumados




Esta entrada está dedicada especialmente para los amantes de los aves. Así que no me demoro más y... ¡¡¡ comencemos !!

Primero que nada, quiero destacar, que una de las actividades más importantes que se realizan en el Parque Natural de la Font Roja es el seguimiento y anillamiento científico de aves. Para todos los curiosos, puede que os interese saber que cada cierto tiempo se organizan jornadas de puertas abiertas lo que significa que cualquier persona puede participar en la actividad y ver como se realiza la propia metodología.


Ruiseñor pechiazul. Foto propia

Siguiendo con nuestra explicación, me gustaría señalar que la finalidad de esta actividad es extremadamente importante. Tras muchas sesiones podemos comprobar los cambios poblacionales, de su migración y demás. En particular, se está observando que debido al cambio climático, muchos de sus patrones de comportamiento están cambiando; como por ejemplo, debido a las alteraciones climatológicas que estamos teniendo en estos tiempos que corren vemos como las especies principalmente de tipo rupícola, como en el caso del acentor alpino, se van reduciendo sus poblaciones debido a que buscan principalmente temperaturas más frías. Por otro lado, también es cierto que la poca estabilidad climática puede alterar los ciclos reproductivos de las aves, estresándolas y evadiendo que la naturaleza siga su curso.


Pinzón vulgar. Foto propia.

Siguiendo con nuestra explicación, la metodología de esta actividad es muy simple. Tratamos de extraer todos los datos posibles de todos y cada uno de los individuos que caen en las redes. Primero, les pondremos una anilla, que será como su número de identificación. Acto seguido, veremos si se puede determinar el sexo del ave, tomaremos las medidas del músculo y la grasa, y después, mediremos el ala, pico, tarso y demás. Al final, en un largo plazo de tiempo, podemos ver y contrastar, lo que nos permitirá sacar conclusiones para ver "si algo está pasando".

Ala de Martín pescador. Foto propia.


Poniendo una anilla a ejemplar de Pito real. Foto propia.

Seguro que muchos de vosotros os estaréis preguntando: ¿Qué ocurre con el ave? ¿Puede sufrir algún daño con esta actividad? Os responderé rápido. En toda actividad siempre se puede correr algún riesgo pero todo buen anillador debe de tener siempre muy en cuenta las cualidades éticas y de preparación. En resumidas cuentas, el bienestar de las aves priman sobre cualquier cosa. Si el ejemplar se estresa mucho lo soltaremos, aunque no consigamos todos los datos necesarios. Muy importante también no demorarse al trabajar con las aves, pues a mayor tiempo, mayor riesgo de que el ave sufra.


Ejemplares guardados en bolsas de tela. Foto propia

En relación con lo que he explicado con anterioridad, en algunas sesiones sucede que en las redes caen aluviones de aves lo que supone que no tenemos el tiempo necesario para trabajar con todas. Los ejemplares se guardan en bolsas de tela para evitar que se estresen pero sin embargo, como he explicado con anterioridad, cuando nos demoramos en el tiempo esto no es suficiente, por eso es importante trabajar con cautela y rapidez. En estos casos lo que se suele hacer es ponerles la anilla y soltarlos sin datarlos, poniendo en primer lugar el bienestar del ave.


Al final tenemos que tener en cuenta que trabajamos con seres vivos, por eso os aseguro que la profesionalidad es muy importante; no es algo que se deba tomar a la ligera. Sin embargo, nos os engañaré, trabajar con estas criaturas es algo increíble. Cada sesión es completamente diferente y nunca sabes lo que te va a deparar para ese día.




Así que sin más dilación, me despido junto con este simpático ejemplar de Herrerillo común. Espero que os haya gustado mucho esta entrada y nos vemos a la próxima mis queridos lectores. No os olvidéis de poner los pies sobre nuestros montes y de echar el vuelo. 






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