Páginas

Otras secciones

jueves, 13 de enero de 2022

Naturaleza escondida


Se podría definir la Ribeira Sacra como uno de los secretos mejor guardados de la Galicia interior, y como no podría ser menos de un lugar como este, existe en la zona una gran biodiversidad.

El interior de las provincias de Lugo y Ourense, donde se ubica este territorio a lo largo de los cauces de los ríos Miño, Sil y sus afluentes, está bajo la influencia de un clima atlántico-continental y por tanto existe una flora típica como pueden ser las grandes masas de carballos o robles (Quercus robur y pyrenaica), castaños (Castanea sativa), fresnos (Fraxinus excelsior), alisos (Alnus glutinosa), abedules (Betula alba y Betula pendula) o sauces blancos y cenizos (Salix spp), poblando estas últimas especies las riberas más próximas a los ríos formando imponentes bosques de galería.



Bosque de galería. Foto: Guillermo Garcia.


Pero aparte de este clima y esta flora existe otro microclima reinante debido a la especial orografía de las riberas y cañones que se dibujan en estas tierras, que además de favorecer el cultivo de la vid (Vitis vinífera), hace que podamos encontrar muchas variedades más propias de climas mediterráneos, como son los alcornoques (Quercus suber), madroños (Arbutus unedo), encinas (Quercus ilex), u olivos (Olea europea).


Alcornoque, Quercus suber. Foto propia.


Además existe un gran número de plantas medicinales y aromáticas, como milenrama (Achillea millefolium), orégano silvestre (Origanum vulgare), lavanda (Lavandulae angustifolia) y multitud de bayas silvestres como moras (procedentes de Rubus ulmifolius) o arándanos (Vaccinium Myrtillus), por poner algunos ejemplos entre la numerosa variedad.


Encina sobre el Miño. Foto propia.


Y si podemos hablar de una variada flora, podemos hacerlo también de la fauna, ya que en los bosques de la Ribeira Sacra se ocultan y viven con relativa tranquilidad mamíferos como jabalíes (Sus scrofa), corzos (Capreolus capreolus), zorros (Vulpes vulpes), conejos (Oryctolagus cuniculus), lobos (Canis lupus signatus), tejones (Meles meles), ginetas (Genetta genetta), martas (Martes martes), ardillas (Sciurus vulgaris) y erizos (Erinaceus europaeus) y gran cantidad de reptiles como por ejemplo la víbora de seoane (Vipera seoanei) propia de la cornisa cantábrica, largarto verdinegro (Lacerta Schreiberi) endémico de la península ibérica sobre todo del noroeste y lagarto ocelado (Lacerta lepida), así como la culebra de agua (Natrix maura) tan propia de estos ecosistemas húmedos y fluviales


Corzo en las riberas del Miño. Foto: Guillermo García.

Jabalíes. Foto: Guillermo García.

Tejón. Foto: Guillermo García.


Tampoco pueden faltar importantes especies de anfibios como son la salamandra rabilarga (Chioglossa lusitánica) la cual es un endemismo del noroeste peninsular, o el tritón jaspeado (Triturus marmoratus) propio también del noroeste peninsular y otras especies más corrientes y fáciles de observar como son el sapo común (Bufo bufo) y la rana común o verde (Pelophylax perezi).


Salamandra rabilarga. Foto: especiesprotegidas.es


La fauna del Miño, el Sil y sus afluentes también comprende otras especies de peces autóctonas como la trucha común (Salmo trutta), la anguila (Anguilla anguilla), la boga (Parachondrostoma sp.) y los escalos (Género Squalius) pero también especies introducidas como el black bass (Micropterus salmoides) o la carpa (Cyprinus carpio). Además, a la orilla de estos cursos de agua podemos encontrarnos con nutrias (Lutra lutra) y garzas reales (Ardea cinerea).


Nutria en el Miño. Foto: Guillermo García.


Merecen también un especial interés las aves rapaces, ya que concretamente en las paredes rocosas de los Canóns do Sil existe una importante colonia de milanos negros (Milvus migrans), así como otras rapaces, por ejemplo el halcón peregrino (Falco peregrinus), águila pescadora (Pandion haliaetus) e incluso la casi desaparecida águila real (Aquila chrysaetos). Además de estas rapaces podemos encontrar otras aves como la perdiz (Alectoris rufa), Paloma torcaz (Columba palumbus), o la tan esquiva becada (Scolopax rusticola) y numerosas especies de pequeños pájaros como herrerillos, verderones y petirrojos que nos acompañaran con sus cantos y coloridos plumajes.


Milano negro. Foto: turismo.gal



Es esta tan sólo una pequeña muestra comprimida en unas pocas líneas del patrimonio natural de este lugar, el cual os invito a descubrir in situ para poder disfrutarlo en todo su esplendor…


No hay comentarios:

Publicar un comentario