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lunes, 4 de abril de 2022

EL AGUA DE LA VIDA

 

La microrreserva de flora de la rambla de las truchas posee un microclima único, ya que está al norte de la sierra de la palomita, que le ofrece una sombra natural en las horas más cálidas del día, haciendo de este modo que puedan aparecer diversas especies que de otro modo no aparecerían, además también posee un conjunto de choperas de Populus nigra, que tambien proporciona sombra parcial en verano pero deja pasar los rayos del sol en invierno evitando así que el suelo y el agua se hielen durante mucho tiempo, lo que podría significar la muerte para los bulbos y rizomas de las especies vegetales de mayor interes medioambiental de la zona.


Cartel indicativo de la micro reserva de flora de la rambla de las truchas con la Sierra Palomita al fondo, foto tomada por Jesus Ángel Millán

La microrreserva está situada sobre un cauce, que anque no siempre lleva agua, mantiene la tierra húmeda durante todo el año, lo cual permite que muchas de las especies vegetales de la zona se sigan desarrollando, además tambien permite que haviten algunas especies de anfivios y peces como la trucha autóctona Salmo trutta, que en verano es capaz de sobrevir en las charcas frias y cristalinas que permanecen todo el año con agua.


Micro reserva de flora de la Rambla de las Truchas, foto tomada por Jesus Ángel Millán 

El hecho de tener una fuente de agua tan cerca permite también que en la sierra palomita se desarrollen ciertas especies vegetales que de otra forma no se darían, ya que la humedad que genera llega de forma directa a las caras de umbría de la sierra, haciendo de éste modo que el suelo esté permanentemente húmedo, pero sin llegar a encharcarse salvo en invierno o primavera cuando llueve, esto permite que en el suelo de la foresta haya una elevada descomposición de materia orgánica muerta generando una gran capa de suelo fértil que es aprovechado por especies vegetales muy exigentes, además también permite el desarrollo de hongos micorrícicos que para algunas especies son indispensables y sin los cuales su germinación y desarrollo sería imposible.


Grupo de Goodyera repens en floración en la Sierra de la Palomita, foto tomada por Guillermo Millán

Por estos motivos y por su tasa pluviométrica de 582,2mm³ anuales que se reparten a lo largo de todo el año, incluyendo verano, la sierra posee un ecosistema muy raro en la comunidad valenciana y por este motivo merece la pena visitarlo al menos una vez en la vida.

Detalle de la flor de Dactylorhiza incarnata en la Rambla de las Truchas, foto tomada por Guillermo Millán




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