El paraje comentado resulta de gran belleza y atractivo para
todo aquel que lo conozca. La mejor forma de llegar a conocer todos los
rincones de esta zona es recorriéndola.
Como ya se ha comentado en la entrada previa, el Barranc del
Horts pertenece actualmente a la Fundación Caixa Castellón, dedicada a su
conservación y promoción. Es por ello que, para acceder, se debe contactar con
ellos mediante un número de teléfono publicado en su web
(fundacioncajacastellon.es). Deberemos proporcionar un nombre y un número de
identificación, a la vez que informamos de la fecha a realizar la visita y el
número de personas que seremos. Desde la propia fundación establecen un límite
de carga diaria, 10 personas, con el fin de no saturar la zona. Hay que tener
en cuenta que la finca en la que se ubica la Microreserva sigue en uso: en ella
encontramos numerosos huertos y cotos de caza, por lo que hay que planificar la
visita con antelación. La visita tiene
un coste de 2 euros, destinados a su conservación. Para garantizar el acceso,
la propia Fundación envía una autorización.
Para acceder al barranco, tomaremos la carretera CV-15
dirección Vilafranca. Pasados los desvíos de Albocàsser y Catí, y apenas 2 km
antes de llegar al desvío de Benassal, encontraremos una pequeña señal que nos
indica a mano derecha el barranco. Dejaremos el coche en un pequeño párking de
grava habilitado justo enfrente de una masía pequeña.
Dentro de esta masía encontramos al guarda. Es el encargado
de recibir a los visitantes y cerciorarse de que la autorización es correcta. También
informa de la finca, y de las precauciones a tener en cuenta a la hora de
realizar la visita: nos debemos mantener siempre en el camino principal,
evitando adentrarnos por senderos no señalizados. En caso de hacerlo, deberemos
volver a la pista principal por el mismo camino que hemos recorrido; nada de
improvisar.
Mapa de la finca donde se ubica la Microreserva |
Una vez informados, nos dirigimos hacia la pista. Para acceder,
atravesamos una verja de metal, la cual nos informa el guarda que se cierra a
las 14hs. Nos adentramos en la finca. En un primer momento, únicamente veremos
a nuestro alrededor huertos y jóvenes árboles pertenecientes a repoblaciones de
carrascas. Pero una vez los dejemos atrás, empezaremos a observar a nuestro
alrededor antiguos ejemplares de robles y carrascas.
La pista discurre siguiendo el lecho de un antiguo riachuelo.
Entre matorrales de romero y aliaga, distinguimos algunas construcciones de
piedra en seco, la cual explicaremos en la próxima entrada. El recorrido
marcado tiene una distancia de 8 km, ida y vuelta. A mitad camino, encontramos
una fuente de agua potable. A sus pies vemos un abrevadero y una pequeña balsa,
construida tiempo ha. A medida que avanzamos, vemos señalados diversos robles
con algunas peculiaridades; pero eso lo dejaremos para otra entrada.
Senda señalizada hacia los robles más antiguos Pista asfaltada rodeada de jóvenes carrascas
En definitiva, se trata de un recorrido que transcurre por
pista asfaltada, alternada con tierra en algunos tramos. De dificultad baja, resulta
atractivo para cualquier familia. Su única dificultad es la elevación que encontramos
en un corto tramo, pero no representa un gran impedimento.
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