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viernes, 2 de diciembre de 2022

La pedra en sec

 

En el interior de Castellón hay un tipo de arquitectura que llama la atención de todo aquel que visita la zona. Camuflados entre el paisaje, podemos distinguir numerosas filas de piedras y pequeñas casetas. A simple vista, podrían parecer bancales típicos, como podemos encontrar en cualquier otra parte del mundo, pero tienen una peculiaridad: son puzles.

Bancales encontrados en la ruta Barranc dels Horts


La técnica constructiva de estos bancales y estas barracas, o casetas de pastor, como se las conoce en la zona, destaca por una peculiaridad: no se utiliza bajo ningún concepto argamasa, cemento, o cualquier otra forma de unión. La forma de levantar estas construcciones se basa únicamente en el encaje de piedra tras piedra. Cabe destacar que no es exclusiva de la provincia de Castellón: podemos encontrarla en diversos puntos de la Comunidad, Cataluña o Baleares. 

La gente que trabajaba la tierra en el área debía cavar profundamente y remover la tierra para poder hacer viables las plantaciones. Debido a esto, extraían numerosas piedras de gran tamaño. Para evitar dejarlas abandonadas en cualquier sitio, las empezaron a utilizar para crear estos bancales: servían tanto para marcar los límites de un terreno (dónde empezaba el de cada uno) como para evitar el deslizamiento de tierra. A medida que iban construyendo estas vallas tan peculiares, empezaron a construir también las conocidas como casetas de pastor: pequeñas edificaciones que servían como almacén para los utensilios de la labranza, refugio de la lluvia en caso de que esta sucediese mientras trabajaban, o refugio para aquellos pastores nómadas que recorrían las tierras con sus rebaños. En el área encontramos muchas de estas, y en diversos tamaños. Sin embargo, todas siguen una misma forma ovalada, en forma de cúpula. Esta sería considerada por los arquitectos una “falsa cúpula”. Debemos recordar que la técnica se basa en encajar las piedras una a una, por tanto, para levantar la cubierta deberán hacerlo equilibrando cuidadosamente una sobre otra. Se hace de forma escalonada, dando esa sensación de cúpula.

Barraca ubicada cerca de Tírig, en el Barranco de la Valltorta


En algunas ocasiones, encontramos algunas variantes en las barracas: algunas aparecen con pequeños pozos a su lado, otras con corrales, y otras con techo plano. Esto dependía del gusto del constructor.

La técnica empezó a perderse a mediados del siglo pasado debido al envejecimiento general de la población. Con tal de evitar esta pérdida, la UNESCO declaró en 2018 a la técnica de la piedra en seco Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Gracias a ello, se revalorizó completamente: ha llegado incluso a fundarse una escuela dedicada a ella en Vilafranca, localidad en la que también encontramos el museo dedicado a dicha técnica. Actualmente, siguen creciendo en número los constructores que aprenden a realizarla, asegurando así su futuro.


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