4- FLORA Y FAUNA, LA VIDA EN PENUMBRA
No
podemos pasar por alto la valiente actuación que nuestro ingenioso Hidalgo tuvo
que afrontar nada más entrar en la cueva, porque no cualquiera es capaz de
luchar él solo en la oscuridad contra una horda de animales voladores que le
atacaban en bandada.
Lo
que por entonces desconocía era que no eran “pájaros del infierno” ni un tipo
de murciélago, si no 4 especies distintas que actualmente se encuentran totalmente
protegidas por ley al estar incluidos en el Catálogo regional de Especies
Amenazadas bajo un estatus de conservación de Vulnerable.
Este
conjunto de mamíferos alados de la orden de los quirópteros, está formado por
las especies de murciélago de cueva (Miniopterus schreibersii), murciélago grande de herradura (Rhinolophus
ferrumequinum), murciélago mediterráneo de
herradura (Rhinolophus
euryale) y murciélago ratonero grande (Myotis myotis), todos
ellos inofensivos y que, gracias a su alimentación basada en insectos
voladores, suponen todo un aliado para el ser humano al actuar como
insecticidas naturales.
Es
por ello que forma parte de nuestra responsabilidad colectiva contribuir a su
conservación, tan solo con dejarles un sitio donde refugiarse (cuevas, pozos, casas
agrícolas semiderruidas, etc.) y sobre todo no molestarlos con gritos o flashes
de cámaras, es lo único que necesitan para seguir alegrándonos la vista con sus
vuelos nocturnos.
Porque
realmente la total oscuridad de una gruta poco se presta a albergar la flora y
fauna típica a las que estamos acostumbrados, pero a su vez constituye un
microhábitat perfecto para las especies descritas así como para otros
visitantes ocasionales como ofidios y otros réptiles, arácnidos y demás
microfauna.
Por
su parte la flora pudo resultar inexistente a ojos de nuestro hidalgo al igual que le pasa al
visitante actual, pero a la vez supone un perfecto ejemplo de la influencia de
la luz en las plantas gracias a la fotosíntesis, reacción química en la que la
protagonista es la luz solar y que permite sobrevivir a las plantas, siendo muy
llamativo cómo antes de entrar a la cueva podemos pasear por un frondoso y
típico bosque mediterráneo de encinas y arbustos para dejar paso sin apenas
darnos cuenta a musgos, líquenes y al final la total ausencia de flora según
nos vamos adentrando en la oscuridad.
4- FLORA Y FAUNA, LA VIDA EN PENUMBRA
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