Empezando en el mismo pueblo, el río Sot a formado una piscina natural a su paso por la parte baja. Este remanso de agua es conocido como el Gruñidor por el sonido que produce en el salto de agua que hay más o menos a la mitad.
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| Charco del Gruñidor |
Esta piscina ha sido adaptada para poder bañarse con seguridad en verano, habiendo construido un paseo y playa artificial.
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| Charco del Gruñidor |
Con las vistas del castillo y las montañas de alrededor, es un lugar único para bañarse y aunque es el lugar más evidente, no es el único.
Partiendo desde el mismo Gruñidor, seguiremos una ruta señalizada remontando el curso del río de muy fácil recorrido.
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| La ruta desde el Gruñidor |
Enseguida llegaremos a un paraje escondido pero que guarda alguna sorpresa. Conocido como La Canal, se trata nuevamente de piscinas naturales, esta vez sin que se hayan modificado para el baño.
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| Piscina en La Canal |
En este lugar podemos encontrar un testimonio histórico del origen del pueblo y su cultura de regadío, pues aún quedan restos de un antiguo acueducto de origen almorávide, que cruzaba el río de lado a lado.
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| Restos del acueducto sobre La Canal |
Por desgracia el abuso durante años de los visitantes, que usaban los restos como trampolín para lanzarse al agua, han deteriorado los restos, hasta que se vallaron debido a las protestas de los vecinos. También se pueden encontrar restos de las acequias que se usaban para el regadío.
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| Salto de agua en La Canal |
Si después de darnos un chapuzón nos apetece dar un paseo, podemos deshacer el camino, volver al Gruñidor y seguir el río a su paso por un parque con merenderos y caminos a la sombra de los chopos, en el paraje conocido como Fuente del Tío Fausto.
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| Paseo en la Fuente del Tío Fausto |
Así que coged el bañador, la toalla y unos refrescos para disfrutar de un cahpuzón en Sot de Chera.
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