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sábado, 15 de enero de 2022

Una de romanos

Como ya hemos dicho antes, Covalagua y su entorno ha estado habitado por el hombre desde hace milenios. Monte Bernorio es una formación consistente en un monte que se eleva sobre el entorno, coronado por una meseta. Muy parecido a Covalagua, pero en pequeño, para entendernos. No en vano, forma parte del mismo sistema geológico de las Loras en el que se encuentra el espacio protegido. Además, está situado en un lugar estratégico que permite dominar desde su meseta superior una importante encrucijada de vías de comunicación, paso a través de la cordillera Cantábrica norte-sur y el paso entre las cuencas del Pisuerga y el Ebro, que nace apenas a unos kilómetros del asentamiento, y que constituye una vía de comunicación natural hacia el este.


Enclave Monte Bernorio. Fuente: autor desconocido

De este modo, los asentamientos humanos se han ido sucediendo en el tiempo, datando las primeras pruebas del neolítico. Esta importancia estratégica del enclave ha provocado que sea escenario de numerosos enfrentamientos militares a lo largo de la historia. Uno de estos enfrentamientos tuvo como protagonistas a finales del siglo I a.c. a Cántabros y Romanos durante el asedio a la ciudad fortificada de los cántabros (algunos autores sitúan en ella la ciudad de Bergida) situada en lo alto del monte.  Esta ciudad presentó importante resistencia a la ocupación romana hasta el punto de necesitar para rendir el enclave a dos legiones completas que, según algunos autores, estuvieron comandadas por el emperador Augusto en persona. Estas dos legiones instalaron su campamento en las inmediaciones del Bernorio. De este campamento existen también restos, el yacimiento de Castillejo, que ocupa unas 18 hectáreas, siendo el mayor campamento romano documentado en Europa.  Una vez conquistado el enclave, los propios romanos construyeron en la meseta su propia fortificación, de la que también quedan numerosos restos. 

La importancia estratégica de la ubicación del monte quedó de nuevo patente cuando, durante la guerra civil, fue escenario de numerosos combates del denominado frente norte, cambiando en varias ocasiones de manos y dejando también restos hoy reconocibles en forma de trincheras, etc. 

Una gran parte de la fama de Monte Bernorio se origina a partir de las excavaciones que realizó en 1890 Romualdo Moro, en busca de antigüedades para engrosar las colecciones de aristócratas, siguiendo la moda imperante en Europa en esa época. R. Moro, excavando en una de sus necrópolis, localizó un número importante de restos de armamento, entre ellos varios puñales muy característicos que pasaron a denominarse “Puñales Monte Bernorio”.

Puñales de tipo Monte Bernorio. Dibujos de W. Schüle


Más recientemente, en 2004, surge el proyecto “Monte Bernorio en su entorno” que investiga especialmente el proceso por el cual un núcleo como el Bernorio acaba convirtiéndose en una gran “ciudad fortificada”, un oppidum, y cómo este proceso se realiza a lo largo del tiempo. En este proyecto colaboran numerosos centros de investigación nacionales y extranjeros. 

Monte Bernorio fue declarado Bien de Interés Cultural en 1992, lo que no evitó que el yacimiento entrase en la lista roja del patrimonio debido a la existencia de un proyecto para la instalación de 24 aerogeneradores en las inmediaciones que ponían en peligro el entorno del yacimiento. Finalmente, el proyecto fue desestimado y el yacimiento salió de la lista roja.

El acceso al yacimiento es libre, y existe una Guía de Visita Arqueológica a disposición de los interesados.


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