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jueves, 3 de febrero de 2022

Conectando con el pueblo + Naix el moviment

    Caminantes, caballerías y carretas, que sus huellas, entre pastos y entre campos, transitaron nuestras labrantías sendas. Tras siglos y siglos, del cultivo de huertas, nombraron un barrio, hace más de cien años: l'Hort del Llombo de Ontinyent. Colindando con el casco urbano, hacia el sur, hacia la umbría, hacia el Pou Clar.

El conde de Torrefiel, Vicente Puigmoltó Rodríguez-Trelles, y su chófer.
El conde fue el principal impulsor de la avenida del Comte de Torrefiel,
ligada al nacimiento del barrio del Llombo.
Foto: revista "El centenari del Llombo".

    Y pasados los siglos, pasaron las décadas y los años. Y tras pasos y pasos, el camino del Llombo fue ensanchado, recorrido por andanzas de las idas y venidas. Caminarlo, alejándote del centro urbano, te llevaba a cruzar el barrio y llegar a su fin. Pero al final del camino, continuaba el andar, comenzaba: la Senda del Alba. Conectaban juntos, hogares y huertas, y en sus extremos, el Pou Clar y su pueblo.

Nuevos carteles indican el inicio del camino desde el Polideportivo.
Foto: propia.

     De esta unión, entre Ontinyent y su emblemático paraje, nace un movimiento: el movimiento Pou Clar. Porque en él, que nace el agua, nace la vida, el desarrollo, la industria... Y de esa unión con la Senda del Alba, como anuncia su nombre, nace un nuevo día para el Pou Clar. Nace un vínculo recreativo, una oportunidad ligada al pueblo, nace la vía que da acceso a los visitantes.

Senda del Alba desde el bosquete de chopos.
Foto: propia.

     Hoy, que las visitas al paraje son ya tantas que resultan incontables, sigue su pueblo ilusionado con mostrar sus rasgos, tan valorables. Y entre el pueblo, entre sus gentes, un vecino como yo te escribe estas frases. Pues te insto a que acabes y, leídas, te prepares para andar las vías: el Camino y la Senda, el del Llombo y la del Alba.

El recorrido está provisto de señalización por medio de carteles.
Foto: propia.

Aun llegando al final, sigue la senda bien señalizada.
Foto: propia.

    Es sencillo recorrer estos viales, equipados con marcas y señales. Tan sencillo que, su inicio enlaza con un sendero peatonal, frecuentado por vecinos que realizan su ejercicio semanal. Este enlace se produce a la altura del Polideportivo, respirando ya esos aires de movimiento recreativo. Ya te digo, que en mi caso y en el caso de mis amigos, visitar el Pou Clar es andar. Y que el paso, el primero, desde que cruzo mi portal, ya me lleva a disfrutar la Senda del Alba. Porque el Pou Clar en Ontinyent, se siente desde casa cuando acudes a él "a pata".

Todo el pavimento del camino del Llombo, desde el Polideportivo,
está provisto de marcas viales que nos guían a nuestro destino.
Foto: propia.

Marcas en el pavimento, guiando a través de un símbolo
del paraje pintado, tres árboles y la corriente de agua.
Foto: propia.

    Entidades y vecinos, incluyendo a la administración, ponen en el Pou Clar su cariño y su pasión. Procurando, en la medida de lo posible, que al visitar el paraje se disfrute. Bancos, mesas, escaleras y pasarelas nos invitan a gozar de un entorno sin asperezas.

Merendero bajo los chopos, provisto de bancos, mesas y basureros.
Foto: propia.

Una escalera con barandillas comunica el Pou dels Cavalls con el Por de la Reixa.
Foto: propia.

Una pasarela une los dos extremos del Pou dels Cavalls,
cruzando el inicio del río Clariano.
Foto: propia.

Una gran mesa rodeada de bancos en la zona alta, frente al Pou Gelat.
Foto: propia.

      Es por eso que el camino también goza de atención, mantenido y gestionado año tras año. Recibiendo indicaciones y señalización. En la senda los proyectos muestran de nuevo devoción, pues solo hay que ver la pista: amplia, cuidada, limpia y con gestas de plantación. Una clara evidencia del uso público que se realiza del paraje.

Señal del último tramo de la senda, de acceso restringido a vehículos.
Foto: propia.

Paseo por los últimos metros de la Senda del Alba,
repoblado de árboles y con los chopos de fondo.
Foto: propia.

     ¿Pero cómo no amarlo? si tiene un encanto que llama al pueblo, al turista y al extraño. O a mí, que me conquista con cada visita que a pie le hago. Y por eso os digo y comparto que, tras todos estos años conociendo el paraje y su entorno, he decidido hacerle su merecido homenaje. El diseño de un itinerario interpretativo teatralizado llamado "Naix el moviment", una puesta en valor del Pou Clar y la Senda del Alba, donde descubrir la conexión entre ambos y los rasgos que los conforman.

Tríptico y proyecto de itinerario interpretativo "Naix el moviment",
realizado por Germán Alonso García.
Foto: propia.

   Te doy la bienvenida a esta joya llamada Pou Clar. Ya conoces sus orígenes, su historia, sus misterios y encantos. Conoces dónde fluye la vida, ahora ¿a qué esperas? 

    ¡Vive el Pou Clar!


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