La Albufera de Anna, una menor laguna de acceso natural, se encuentra a alrededor un kilómetro de trecho de la localidad y a una altura de 195 metros sobre el altitud del mar. Los múltiples demografía de caldo que hay en sus profundidades posibilitaron asentamientos humanos en levante país desde el Mesolítico, como demuestran los yacimientos encontrados.
Uno de los lugares más turísticos de la provincia de Valencia, era antiguamente un lago con espinilla y laborioso caminar por él hasta que, a concepto de siglo XX, se limpió todo. Mide unos 180 m. de naciente a poniente y 300 m. de boreal a sur, siendo su bajura de unos 5 m., estando rodeado de sauces y chopos que, en verano, producen una acogedora sombra, en la que se refugian sus visitantes.
De su fondo brotan grandes manantiales de líquido, abundando numerosos manantiales que lo alimentan continuamente. El líquido de la poza procede de los nacimientos de Anna, que afloran junto por ser una limitada rodera que escasa la cota freática de la zona, lo mismo que sucede en otras partes cercanas.
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