Este curioso aprovechamiento económico, derivado de la nieve y el hielo que se podía encontrar en los puntos más altos
de Sierra Espuña durante los meses fríos, comenzó en el siglo XVI. Esto se llevó a cabo a través de la construcción de grandes depósitos, en zonas de umbría a más de
1.400 metros de altitud. Resultó ser una gran idea y este método fue prosperando, llegando a tener su auge durante los
siglos XVII y XVIII, momento en el que hubieron hasta 25 pozos en uso, si bien fue decayendo con la implementación de la electricidad, durante el siglo XIX y se extinguió completamente a principios del siglo XX,
cuando se abrió una fábrica de hielo en Totana.
En un principio, se construyeron
con fines terapéuticos, para conservar alimentos y medicinas y para enfriar
bebidas, si bien su consumo llegó a ser tan popular que se consideraba un
artículo de primera necesidad en la zona y fue regulado por la fiscalidad de la
Hacienda Real, siendo considerada una gran industria y negocio para la época.
Los pozos se construían aprovechando los recursos disponibles en la zona, como
piedras, arena, madera, yeso y cal, y llegaban a tener hasta 7 metros de
profundidad, los cuales eran rematados por una cúpula que ayudaba a mantener la
temperatura interior.
En su momento de mayor auge, con los 25 pozos en funcionamiento, se podía
llegar a almacenar hasta 25.000 toneladas de hielo, lo que los convierte en una
de las mayores concentraciones de este tipo de estructuras en todo el
mediterráneo.
Algo muy interesante era la forma
de distribución que tenían, ya que gran parte de este hielo se comercializada
en la capital de la región, Murcia, pero era imposible que se llevara durante
el día, debido al calor. La técnica que utilizaban era la de extraer el hielo
al atardecer y transportarlo, en mulas, por la noche, si bien incluso haciendo
esto se llegaba a perder hasta el 50% del hielo por el camino.
Si te ha parecido interesante algo de lo mencionado y quieres saber un poco más, a continuación te dejo enlazadas otras entradas.
- La comarca de Sierra Espuña y sus restos arqueológicos.
- La repoblación llevada a cabo por Ricardo Codorniú.
- Artesanía y Tradición.
- Rutas de senderismo y turismo sostenible.
- Fauna, recuperación de especies y endemismos.
- Flora y su interés botánico.
- Sierra Espuña, el pulmón verde de Murcia.
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