CASTILLO DE MIRAVET
Se encuentra en el Término de Cabanes, a unos 12 km de la población, en la cima rocosa de un montículo de 286 metros sobre el nivel del mar, en los estribos septentrionales del Desert de les palmes.
Hoy en día lo que todavía resta en pie del castillo de Miravet, es de gran porte y envergadura, lo que fue una sólida y monumental fortaleza. Su elegancia transmite a nuestra imaginación la figura del castillo aristocrático y la prepotencia de las residencias feudales fortificadas.
Castillo montano por excelencia, su planta irregular se adapta en distintos niveles a la desigual morfología del promontorio rocoso de la cima.
Mantiene algunos vestigios góticos, entre ellos un arco que ha quedado completado completamente exento (sólo quedan las dovelas y apoyos laterales) en la parte superior, junto a lo que fue la torre del homenaje, hay un aljibe en buen estado, construido con sillares, de posible factura gótica, hay diversidad de técnicas y aparejos constructivos, muros mampuestos y sillares en algunos lugares.
la notable dimensión y poderío del castillo, tal como refleja la singularidad de sus dispositivos y la magnitud del conjunto, es la consecuencia político militar de la amplia demarcación que encabezaba y que sufragaría el mantenimientos de la fortaleza y su donación militar y señorial. Hacia el norte, en las laderas de más suave pendiente, en un nivel inferior, yacen los restos de un despoblado, varias casas y la iglesia parroquial de la antigua población de Miravet asociada al castillo, que fue abandonada, junto a la de Albalat, en el año 1575, siendo agregados sus habitantes al municipio de Cabanes.
EL CASTILLO EN LA HISTORIA
La situación estratégica del territorio que centra Cabanes, de transición entre montañas del Maestrat y la Plana, y la comunicación de los valles interiores con las tierras litorales, ha conocido un intenso poblamiento desde la antigüedad, con consecuencias de ocupación humana desde la prehistoria, pasando por iberos, romanos y musulmanes. La alternativa de sierras y corredores naturales al norte de Castelló, compartimenta el hábitat y las rutas entre pasillos paralelos al litoral. La vía Augusta seguía uno de estos valles prelitorales, por Borriol y la Pobla Tornesa, la actual CV 10 hasta San Mateu, coincidente con su rumbo sin que ello quiera decir exactitud en su trazado, a su paso por Cabanes, en la encrucijada de caminos en el abierto valle (El pla de l´arc) el arco que le da nombre es un magnifico testimonio de la romanización declarado Monumento Nacional.
De origen Musulmán fue conquistado por Rodrigo Diaz de Vivar (El Cid Campeador) uno de los hombres mas importantes e históricos que paso por estas tierras, su conquista fue alrededor del año 1091 según cuentan las crónicas estuvo en sus dominios hasta que posteriormente perteneció a Pedro I de Aragón, quien lo tuvo hasta la invasión de los almorávides en 1103. A partir de ese momento sufriría distintas vicisitudes hasta la definitiva conquista de la Corona de Aragon en 1233/34.
El monarca Jaume I otorgó el castillo al Obispo de Tortosa, un largo periodo histórico en el que tiene lugar las remodelaciones de la fortaleza, consecuentes con el poder económico que aportaría tan extenso dominio, en el siglo XVI, población y castillo pasaron a formar parte del término de Cabanes, Todo el conjunto sufrió las consecuencias de un terremoto a finales del siglo XVIII.
EL CASTILLO Y EL MEDIO FISICO
El paisaje dominado desde el castillo define el área de control visual que le proporcionaba su emplazamiento sobre un Vallecillo transversal. con su cabecera en el Playita de l´arc, desciende hacia la costa, el barranco de Miravet, y ya en su curso terminal, el rio de xinxilla. Su cauce, pocas veces activo, despierta con las lluvias sostenidas, capta por su vertiente derecha la escorrentía del sector septentrional del Desierto de las palmas. A la altura del castillo el valle empieza a abrirse al ámbito litoral, quedando antes su amplia perspectiva un dilatado sector de la costa por la Plana Alta hasta la Serra d´irta. A sus espaldas, al sur, veremos las antenas del Bartolo, cima culminante del Desert, y más cercanas, las crestas rojizas, escamas levantadas de las Agujas de Santa Agueda, montañas y profundos barrancos que nos siguen conectando con el Parque Natural y con otro castillo montano de notable relevancia como es Montornés.