La gran riqueza de ecosistemas diferentes que posee la Reserva de La Biosfera de La Siberia hacen que esta comarca sea especial para que una inusitada cantidad de especies de hongos.
Desde extensas dehesas de quercíneas, grandes prados, bosques de robles y alcornoques, matorral mediterráneo...
Todos ellos lugares perfectos para la recolección de setas, pasaremos a describir las comestibles y más representativas de la comarca para que algún interesado que quiera pueda iniciarse en este apasionante mundo de los hongos.
Empezamos por el rey de los bosques, el Boletus aereus, destaca por su olor característico, su agradable sabor y sus apreciadas cualidades culinarias. En la comarca tiene especial predilección por los alcornoques, aunque también por castañares y robledales. Tiene dos épocas de recolección, Otoño y Primavera, siendo esta primera, la que más alegría aporta a las cestas de los seteros. Un hongo que depende mucho de las lluvias y la temperatura para fructificar, en Siberia suelen empezar a verse desde primeros de Octubre.
Otras de las delicias que podemos encontrar es el Rebozuelo (Cantharellus cibarius).
Una seta muy apreciada por su carne prieta, su sabor agradable y muy recomendada para acompañamiento de carnes. Se puede conservar tanto seca, en conservas o guisada.
En La Siberia aparece bajo el abrigo de quercíneas pero sobre todo del alcornoque. Es un hongo que requiere de lluvias abundantes para su fructificación, nace en Otoño y Primavera, ambas con buenas cosechas si las lluvias acompañan.
Otra de las setas más irresistibles para todo buen setero son "Las trompetas de la muerte" o "trompetas muertas", por su nombre pueden parecer poco apetecibles pero es una seta indiscutible en las cestas. Hablamos del Cratarellus cornucopioides.
Un hongo que da sus frutos en los días fríos de finales de diciembre y en enero, necesita de muchísima humedad para nacer por eso suele aparecer en pequeños cortados de donde rezume el agua de la tierra, podemos verlo en La Siberia, sobre todo en zonas de umbría debajo, que son las que principalmente reúnen las características, en bosques de quercíneas y matorral mediterráneo
Una seta difícil de encontrar debido a su color oscuro que la hace confundirse con la hojarasca de su entorno, tiene forma de embudo.
No por más común deja de ser menos apreciado, el Champiñón (Agaricuss spp.), Se calcula que existen en el mundo más de 300 especies, unas comestibles y otras venenosas. Es una hongo profundamente cultivado para su comercialización.
Para distinguir unas especies de otras de forma correcta habría que verlas con un microscopio, un consejo para su comestibilidad es fijarse en el olor y el color del corte, si huele a fenol y al cortarlo amarillea, mejor descartarlo.
Cuando la conocemos, es una especie que nos puede dar muchas alegrías en la cocina.
Tiene las láminas rosas al nacer y van oscureciendo hacia el negro cuando ya están demasiado maduros para su consumo.
Fácilmente confundible con otras especies venenosas, sobre todo del género de las Amanitas.
El hongo que nos ocupa ahora, tiene fama de ser el manjar de los césares, hablamos como no, de la Amanita caesarea, conocida también como "huevo de rey".
Su carne tiene un olor y sabor muy agradables lo que la convierte en un excepcional hongo comestible.
En La Siberia crece ya bien entrado el Otoño, cuando la tierra ya ha cogido suficiente humedad y las temperaturas aún son agradables. En esta tierra tiene preferencia por los bosques aclarados de encina y jara pringosa, aunque la podemos encontrar asociada a cualquier quercínea.
Para los "huevos" más tiernos se aconseja comer en carpaccio, solo con un poquito de aceite, para poder degustar un exquisito manjar.
Hay que tener muchísimo cuidado al recolectar este hongo, ya que muchas del mismo género amanita son venenosas y mortales.
Una forma inconfundible de reconocer es por el color de sus láminas amarillo dorado, el sombrero es naranja pero si ha habido lluvias y se ha lavado, puede llevar a confusión si no eres un experto.
Otro hongo del mismo género, muy apreciado culinariamente, es la Amanita ponderosa, el gurumelo, una seta curiosa de recolectar, ya que en muchos casos solo vemos un bulto en el suelo con la tierra algo rajada. Se necesita de alguna herramienta para desenterrar.
Se recolecta únicamente al suroeste de la península ibérica, Oeste de Andalucía, sus de Extremadura y en Ribatejo y Alentejo en Portugal.
Su carne es densa y compacta, que se enrojece al corte con facilidad, tiene un olor a tierra mojada muy característico que la hace inconfundible.
Una seta muy utilizada para los guisos, ya que no pierde textura, ni se ablanda.
Es una seta de primavera, en La Siberia nace en dehesas de encinas prefiriendo dehesas con pies jóvenes.
Para los inexpertos deben tener en cuenta que es confundible con la Amanita verna, es blanca y crece en los mismos sitios y en la misma época que el gurumelo.
Por último, he dejado, la que posiblemente tenga más tradición en la zona y por la que muchos empiezan sus andaduras en este mundo, hablo del níscalo (Lactarius deliciosus).
Una seta inconfundible por su color y su látex de color naranja, pero sobre todo porque únicamente nace asociada a los pinos.
Con gran tradición en la comarca ha sido muchos inviernos un sustento económico para muchas personas, todavía hoy se recolecta y se vende.
En la Siberia ha conseguido tener su propia feria, que se celebra en Castilblanco en el mes de Diciembre, en plena época de recolección, con salidas a recolectar, degustaciones, cocina en vivo y exposición de las diferentes setas recolectadas por todos. Asesorados por expertos en todo momento.
En un futuro seguiré subiendo algunas especies comestibles que quedan, pero para el que quiera iniciarse, aquí tiene por donde empezar.
La Siberia enamora por sus setas.