Un trampal o turbera se forma a lo largo de millones de años, son lugares enfangados testigos de la historia natural que crean a través de los siglos ecosistemas únicos que debemos cuidar y proteger.
Por todos es sabido que debido a la falta de oxígeno pueden guardar bajo su suelo vestigios de nuestros ecosistemas más primitivos.
En nuestros días son lugares protegidos por los que no se puede andar ni molestar a la fauna y flora que en ellos se integra.
En La Reserva Regional del Cíjara se encuentra una de estas turberas, el Trampal de Puerto Lobo.
Entre su flora más destacada cabe señalar dos plantas únicas de estos lugares que no podemos encontrar fuera, que son la Drosera rotundifolia y la Puingicula lusitánica, dos plantas carnívoras.
La Drosera Rotundifolia comúnmente conocida como rocío del sol, es una planta carnívora de un color rojo intenso con el que atrae a los insectos, además de tener cubierta sus hojas de un mucílago dulce y pegajoso con el que los atrapa, la podemos encontrar en el mes de junio.
La Pinguicula lusitanica también conocida como grasilla pálida, es una planta perenne de tallos reducidos, que forma flores solitarias al final de los escapos, formando dos labios separados donde atrapa a los insectos. Es una planta que florece también en verano.
Solo por estas dos plantas ya merece la pena conservar este hábitat.
Esta turbera se encuentra en La Reserva Regional del Cíjara, entrando desde Herrera del Duque, a escasos 100 metros encontraremos una señal de madera indicando hacia Helechosa de Los Montes, nada más girar, a escasos 50 metros a la derecha, tenemos esta maravilla.
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